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Según los denunciantes, el sistema consiste en recaudar cierta cantidad de dinero en concepto de coimas que debe ser rendida cada semana a los superiores. La entrega se realiza generalmente los viernes y el monto varía según el lugar en el que se encuentre el funcionario. En Asunción y área metropolitana es de un millón de guaraníes, mientras que en el interior del país el monto suele ser mayor.
Manifestaron además que existe una fuerte presión de los superiores para que se cumpla con la “meta”, por lo que los funcionarios son perseguidos constantemente. Los que no cumplen presuntamente son trasladados a lugares de “castigo” como zonas lejanas del interior del país y recientemente también la zona de obras del metrobús. En el caso de que algún funcionario solicite su traslado, también debe pagar una suma que ronda los cinco millones de guaraníes, de acuerdo a los datos brindados.
Los exfuncionarios y familiares acusan como supuesta cabeza y ejecutor de este sistema al director de la institución, Derlis Núñez, y al director operativo, Amancio Morínigo.
“Es un secreto a voces que nadie se anima a poner fin”, “es una rosca encabezada por el propio director, Derlis Núñez”, manifestó Alicia Espinoza, madre del joven Óscar Ariel Pérez Espinoza, funcionario de la repartición, quien el pasado 2 de febrero falleció dentro de su automóvil en su puesto de trabajo.
“Mi hijo falleció de un infarto en su puesto. Él ya venía sufriendo de mucha presión por parte de sus superiores, quienes le obligaban a entregar un millón de guaraníes por semana. Hubo veces en que él no tenía para completar y sufría mucho. Fue trasladado a las obras del metrobús porque no había pagado lo que le pedían. Se habla mucho de que la caminera coimea, pero claro si se le está obligando”, dijo.
El joven dejó un niño de un año y una esposa, quien lamenta que nadie de la institución se acercara a la familia tras la muerte de su marido. “El dinero que juntaba le entregaba a su superior directo y luego eso llegaba a Núñez. Los viernes eran los días de entrega. No podíamos denunciar en su momento pero ahora lo hacemos porque ya no tenemos nada que perder”, relató Ramona Esquivel, esposa del joven fallecido.
“Es una rosca”
A su vez, Rodolfo Lugo y Victorio Pulzoni, inspectores retirados de la Caminera manifestaron que se suman a la denuncia presentada ante la fiscalía por el funcionario Domingo Méndez, por supuestas irregularidades en la administración de Núñez.
“El año pasado pedí mi retiro voluntario porque ya sufría de persecución. No me iban a utilizar como ahora le están utilizando a Amancio Morínigo, él subió en mi reemplazo y ahora es parte de toda esta rosca”, expresó Rodolfo Lugo, exfuncionario.
Relató que al no unirse al sistema, le exigieron US$ 200.000 para continuar en el cargo. “Como le dije que no tenía esa plata, me sacaron. Cuando trabajábamos con Eduardo Petta, todo era diferente”, alegó.
Lugo relató que en caso de que no se pague lo exigido semanalmente, el “castigo” es el traslado a destacamentos del interior del país. Otro castigo es la zona de metrobús, en donde el horario de trabajo es de sol a sol y generalmente se les lleva a los jóvenes, dijo.
Por su parte, Victorio Pulzoni, también funcionario retirado, indicó: “Se está sintiendo muy fuerte este sistema de coimas y la presión que sufren los camaradas. Morínigo es el que maneja todo ahí, es mano derecha de Núñez. Nosotros tuvimos que salir, ya no aguantamos la presión y no dejamos que nos sometan. Apoyamos la denuncia del inspector Méndez y le felicitamos por animarse a denunciar”, señaló.
Intentamos tener la versión de Núñez, pero en esta ocasión no atendió las llamadas ni respondió los mensajes de texto enviados a su celular (terminación 721). El diario queda abierto a recibir su versión sobre este tema.