Cargando...
Lo ocurrido recientemente con la licitación para la ampliación de la subestación de Tres Bocas es un ejemplo de cómo funciona el sistema, por el cual las pequeñas o medianas empresas son dejadas de lado para beneficio de los grandes consorcios.
En efecto, según denunciaron los representantes del consorcio Engineering SA – ISC SRL, representada por Juan Andrés Campos Cervera y Eduardo David Campos Cervera, que tuvieron la oferta más baja y fueron descalificados por supuestamente no cumplir los requisitos de “experiencia específica”, hay filtros financieros que eliminan elegantemente a las pequeñas empresas, por lo menos de actuar autónomamente o como líder de un consorcio o que los pequeños formen un consorcio competitivo.
La barrera es exigir a la concursante o líder un promedio de facturación de los pasados 5 años, equivalente a un 40% del monto de la oferta. Así, para una licitación de US$ 3,5 millones, hay que tener un promedio de facturación durante 5 años de US$ 1,5 millones. “Con esto se limpia bastante el campo para las firmas grandes, que normalmente tienen otra actividad en la industria de la construcción y sobre todo de obras públicas”, señalaron los empresarios.