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En el marco de una visita y recorrido de la planta industrial de la compañía (el jueves último), Francisco Cosp pidió la “intermediación” del secretario de Estado para que el IPS se instale “en forma efectiva” en Itauguá, puesto que la nómina de empresas instaladas hoy en la zona lo justifica plenamente. “Actualmente, ante una urgencia, no tenemos ambulancias y debemos trasladar a los socios a localidades vecinas, como Ypacaraí y Capiatá”, aseveró el empresario.
Además, pidió la ayuda del ministro para plantear la modificación de la carta orgánica que rige al Instituto de Previsión Social y, asimismo, la presencia del consejero del IPS que representa al citado ministerio, de modo que juntos analicen las distintas alternativas que se puedan plantear para la mejor atención de los asegurados.
En ese mismo contexto, el ejecutivo de la empresa aseveró que la informalidad es una “realidad vergonzante”, que todos los ciudadanos “somos responsables” y debemos trabajar para eliminarla lo antes posible.
Economía y desempleo
Añadió que el alto índice de crecimiento demográfico proporciona una oferta de trabajadores muy grande y difícil de satisfacer, porque el crecimiento económico del país no acompaña dicho crecimiento demográfico y, consecuentemente, existe un alto índice de desocupación.
“En este estado de cosas y ante la necesidad imperante de trabajar para traer algún sustento al hogar, el trabajador se ve obligado muchas veces a aceptar las condiciones impuestas y fuera de las leyes laborales”, dijo.
Agregó que lucrar a costa de los demás, por no pagar lo que corresponde según ley, “es una deshonra” para el empresario que maneja la empresa tan solo con fines de lucro. “Poner el capital al servicio del trabajo, para que el trabajo y su justa remuneración sean y sirvan para los logros personales de cada trabajador, debe ser el objetivo de todo empresario honesto”, enfatizó.
Cosp se preguntó sobre el grado de responsabilidad que tienen los empresarios ante situaciones de violencia por no generar suficientes fuentes de trabajos, que permitan mantener un nivel de vida decente y honorable.