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La citada cooperativa está en proceso de intervención por parte del Instituto Nacional de Cooperativismo, y el caso obra en la fiscalía jurisdiccional hace seis meses, donde se indaga sobre el vaciamiento, estafa, adulteración de documentos y otras irregularidades, pero a la fecha no hay un solo imputado, lamentó Nils Candia Gini, asociado de la entidad. Ante la alarmante situación los ahorristas conformaron una coordinadora de estafados y en forma conjunta con autoridades locales buscan el apoyo para el salvataje.
De acuerdo con los informes preliminares del órgano regulador, se constataron irregularidades en la gestión de los créditos y ahorros. El caso saltó a la luz tras el suicidio del gerente general Ramón Acuña, a mediados del año pasado, y a partir de ahí surgieron las primeras denuncias por parte de los asociados afectados.
El Incoop investiga el vaciamiento y faltante de unos G. 5.600 millones en concepto de ahorros de asociados y particulares y de unos G. 2.400 millones por adulteración de pagarés que a la vez fueron endosados a favor de otras entidades financieras. La deuda con entidades financieras de mayor envergadura como cooperativas, bancos y financieras sobrepasan los G 1.700 millones.
La fiscalía investiga el involucramiento de los directivos de la cooperativa, del Consejo de Administración, liderado por Máximo Arámbulo y de la Junta de Vigilancia, liderado por Antonio Aguilera.
Por su parte, el abogado y representante de los asociados afectados reclamó además la inacción del Incoop, que recién entró de oficio a partir de las denuncias de los socios. Esto a pesar de que la cooperativa en cuestión no presentó ningún tipo de reporte ni balances al órgano regulador desde el año 2009. Los asociados de la citada cooperativa esperan el informe final del Incoop que se presentará en asamblea el próximo 7 de abril del corriente año, y la celeridad de la fiscalía en la investigación del caso que afecta a unos 300 asociados, la mayoría de ellos jubilados y de familias de muy escasos recursos. A la fecha, las cooperativas no cuentan con un seguro por los depósitos de sus asociados, como tienen los bancos y situaciones como estas evidencian las fragilidades del sector en esta materia.