Cargando...
La Fundación Desarrollo en Democracia (Dende) presentó anoche, en el Carmelitas Center (Asunción), las Perspectivas Dende 2016 bajo el rótulo “La economía se desacelera y el populismo político crece”.
Uno de sus analistas, Alberto Acosta Garbarino, hizo referencia a un mundo que se caracteriza actualmente por ser volátil, incierto, complejo y ambiguo (vica) al cierre en el 2014 de un superciclo en la región sudamericana caracterizado por dólar abundante y barato, precios internacionales de commodities altos, fortaleza de todas las monedas regionales, crecimiento multiplicado por diez de los depósitos, los créditos, como así también las reservas internacionales del Banco Central del Paraguay (BCP) que llegaron a posicionarse inclusive en torno a los US$ 7.000 millones. En el periodo 2000- 2006, el PIB potencial del Paraguay (toda la capacidad de generación de riquezas del país) rondaba alrededor del 2% para luego, en el periodo 2007-2013 crecer hasta 5,5%, mientras hacia adelante, entre 2014-2020, podría retroceder hasta 3,30%, con un precio promedio de la soja que alcanzaría US$ 330 la tonelada, y la inversión pública llegaría al 10% del producto.
Efecto China
A su torno, César Barreto, exministro de Hacienda y otro de los técnicos de Dende, hizo un enfoque más abarcante para decir que China cambió totalmente el potencial de crecimiento del mundo y que se acabó el modelo de expansión basado en desarrollo tecnológico, globalización, con la inclusión del gigante asiático cuya economía creció a base de exportación. Ese modelo se acabó allá por 2010, y ahora el mundo entró en un proceso de ajustes en que todavía nadie sabe muy bien lo que tiene que hacer para seguir creciendo.
“Se achicó la billetera”
Luego, Manuel Ferreira Brusquetti, otro exministro de la cartera fiscal y también miembro de Dende, centró su enfoque en la economía nacional para decir que se achica la billetera de los agentes económicos, sube el stock de mercaderías de la empresas por caída de ventas, los cuales obligan a parar inversiones, contratación de recursos humanos y genera un aumento de gente que está sobreendeudada. Todo esto requerirá mayor presencia del Estado para dinamizar la economía.