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El informe elaborado por la consultora Deloitte fue presentado en conferencia de prensa por el ministro Ramón Jiménez Gaona, quien aseguró que este documento prueba que las modificaciones introducidas al proyecto del “superviaducto” estaban justificadas. Tal afirmación es desmentida por la consultora en ese mismo informe.
“Ninguna entidad de la Red Deloitte se hace responsable de cualquier pérdida que pueda sufrir cualquier persona que confíe en esta comunicación”, dice textualmente parte del informe de Deloitte (ver facsímil).
Agrega también que “Deloitte tampoco define el contenido final de la documentación”.
Como si fuera poco, Deloitte, que estuvo trabajando en el Ministerio en los últimos dos años como parte de un contrato de consultoría, participó en la introducción de las modificaciones al proyecto, por lo que la objetividad del informe resulta bastante dudosa.
Este mismo año, el “superviaducto” fue mencionado en una investigación española de corrupción con ribetes internacionales. En el marco de esta investigación, se divulgaron correos electrónicos intercambiados entre el empresario y político español Jordi Pujol Jr. y el “lobista” paraguayo Ernesto Dos Santos, en los que este último invocaba su “trato directo” con el ministro de Obras Públicas para asegurar la obra del “superviaducto” para Isolux. Empresa que finalmente fue adjudicada.
El ministro dijo que con el informe de Deloitte esperan que se desestime la denuncia penal presentada ante la Fiscalía contra todo el comité evaluador que terminó adjudicando la obra a Isolux.
Durante la conferencia en la que presentaron el informe de Deloitte como el aval de que no hubo irregularidades en el proyecto del “superviaducto” le consultamos al ministro Jiménez Gaona qué objetividad y validez puede tener el informe elaborado por la empresa que no solamente intervino en la introducción de las polémicas modificaciones al proyecto, sino que, además, obtuvo que el MOPC le aumentara en un 20% del valor de su contrato, que originalmente era de 10 millones de dólares.
La respuesta de Jiménez Gaona a tal planteamiento fue la siguiente: “Deloitte es una empresa que no va a arriesgar su buen nombre a nivel mundial con respecto a los miles de millones de dólares que manejan en contratos en el mundo y seguramente va a querer seguir trabajando”.
Dijo que el informe en cuestión podía ser revisado, si había dudas. Justamente al hacerlo encontramos la conclusión en la cual Deloitte se desentiende del contenido.