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“Hacia una mejora en la Gestión: Impacto de la Nueva Matriz Salarial” se denomina el análisis que el Ministerio de Hacienda difundió el fin de semana a través de las redes sociales, en respuesta a las críticas sobre la implementación de la nueva matriz salarial en el sector público.
El estudio, realizado por la directora de Política Macrofiscal, Viviana Casco, y el director de Presupuesto, Óscar Lovera, sostiene que “los números son claros y contundentes, se ha logrado contener el gasto salarial y se han eliminado las distorsiones y las arbitrariedades existentes antes de su implementación”.
Los directores señalan que “la nueva matriz salarial es el inicio de un proceso que tiene como fin la implementación de la carrera del servicio civil, que remunere a los funcionarios públicos de acuerdo a la trayectoria, capacidad, formación profesional y por sobre todo de acuerdo al grado de responsabilidad”.
Tanto analistas económicos como empresarios coinciden en que la matriz triplicó los salarios de funcionarios y mantuvo el pago de gratificaciones o “aguinaldo extra” que debían haberse eliminado.
Ante este panorama, algunos consideran que se debe frenar su aplicación, otros reformularla o eliminarla, porque hacen el gasto salarial más rígido al convertir en sueldo lo que antes abonaban como bonificaciones.
Hacienda en su análisis menciona cuatro “mitos sobre la nueva matriz salarial” y sostiene que es falso que fue un incremento disfrazado, en donde se triplicaron los salarios y expone el cuadro que acompaña este material como ejemplo.
También califica de “falso” que el total de gastos en salarios sigue aumentando y que con la nueva matriz ya no debían pagarse las gratificaciones ocasionales; así como que no constituya una presión adicional a la Caja Fiscal.
En lo que respecta a las gratificaciones, expresa que por definición no fueron incorporadas a la matriz salarial y que para evitar arbitrariedades en su uso, el decreto presidencial de 2016 suspendió su pago.
El estudio, sin embargo, no dice que a pesar de la prohibición se sigue abonando y el caso más reciente es del año pasado, cuando la ministra de Hacienda, Lea Giménez, autorizó el pago bajo la figura de “subsidio familiar” para los funcionarios de la cartera a pocos días de las internas del Partido Colorado, en donde pugnaba como candidato a la Presidencia su antecesor, Santiago Peña. Esta decisión de la ministra abrió las puertas para que otros entes realizaran lo mismo y el monto final habría llegado a los US$ 11 millones (datos oficiales no se dieron).
Tampoco incluye el análisis, en lo que respecta a la Caja Fiscal, que los jubilados impulsan ante la Cámara de Diputados el proyecto de ley que equipara sus haberes al sueldo de la matriz salarial.
Lo que se gastó en 2017
La nueva matriz se implementa desde 2015 en forma gradual, a través de la ley de presupuesto. En teoría fusiona el 70% de las bonificaciones y gratificaciones al sueldo de los funcionarios.
El año pasado se destinaron más de G. 930.725 millones (US$ 169,2 millones) para el pago de bonificaciones a los funcionarios de las instituciones de la Administración Central y Entidades Descentralizadas, lo que implica un incremento de 3% con relación al ejercicio 2016, a pesar de que se repitió el presupuesto tras el veto que el Ejecutivo aplicó al proyecto 2017.