Cargando...
Campesinos de Barbero Cue dieron a conocer esta semana el documento firmado por el Ejecutivo, que una vez más los perjudica en su carácter de donatarios de la finca N° 231 padrón N° 682. Se trata del Decreto N° 5587 de julio último, por medio del cual “se acepta la donación de un inmueble, situado en el distrito de Villa de San Pedro del Ycuamandyyú, departamento de San Pedro, denominado Colonia Barbero, cedido a favor del Estado Paraguayo por la República de Italia” y también “se autoriza al presidente del Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert) a suscribir la escritura traslativa de dominio”.
Según señalaron los labriegos, aglutinados en la comisión vecinal “Un pedacito de Italia”, el decreto de referencia no corresponde por varios motivos. Primero, porque las tierras se donaron al Estado paraguayo y el Presidente no es el Estado; más bien el procurador es quien puede hacer las gestiones en este sentido. Tampoco procede la “aceptación” vía decreto porque Paraguay ya aceptó la donación de Italia en 2012, a través de la Ley 4732, que es el tratado entre ambos países.
Por otro lado, el decreto empieza mencionando dicho acuerdo internacional pero obvia a los donatarios, es decir, los campesinos y encima, el Ejecutivo asigna los padrones sobre Barbero, como si él fuera Catastro. En lugar de hacer mención al padrón 682 que figura en el tratado bilateral, el documento hace referencia a los padrones 5.802 y 2.614, creados irregularmente meses atrás para desmembrar la colonia. Con esa desmembración, en lugar de tener 17.343 Ha. que decía el título de Italia, la propiedad pasó a tener solo 14.090 Ha.
Así también, Cartes autorizó al Indert a suscribir la escritura traslativa de dominio, pero lo que finalmente hizo el titular del ente, Justo Cárdenas, fue transcribir en una escritura parte del tratado y de una cuestionada mensura que arrojó como resultado 14.090 Ha. en lugar de la superficie total. Pasó la pelota a Narvaja
Ayer, se plantearon a Cárdenas los cuestionamientos sobre este decreto y primeramente se lavó las manos respecto a la inscripción de una superficie menor a la que indica el tratado y que además, no contó con la firma del donante. “Realmente, toda la inscripción corrió por parte de la escribana mayor de Gobierno (Marta Narvaja). Esta consulta se tendría que hacer a ella”, señaló. Después justificó su acción, diciendo que se inscribió la propiedad a nombre del Estado para poder otorgar títulos a los pobladores de Barbero y alegó que no hacía falta la firma de un representante de Italia.
Asimismo, el funcionario evitó defender la mensura de las 14.090 Ha. “No es que justificamos (la medición cuestionada). Hay una segunda mensura que está en pleno proceso, no sé en qué instancia está, y la mensura en realidad no otorga ni quita ningún derecho. No obsta que se encuentren en una segunda o tercera mensura las tierras que efectivamente faltan”, subrayó.
Después, dio a entender que la superficie de Barbero Cue está sujeta a revisión, porque son “títulos del siglo antepasado, de 1890, 1910”, pero en realidad, planos e informes de Catastro y Registros Públicos confirman que las tierras no sufrieron modificación desde 1888, inclusive.