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Hubo otros dos pagos anteriores, a cuenta de, efectuados por Argentina. El primero de ellos de US$ 20.000.000 y el otro de un monto de US$ 30.000.000, estipulado en un acuerdo anterior, firmados por los mismos ministros el 18 de julio del 2006, ratificado por decreto del presidente Nicanor Duarte Frutos, el 12 de febrero pasado.
Las críticas a esos desembolsos se centran en que los mismos son materializados sin efectuar consultas a las instancias legislativas de ambos países y, por sobre todas las cosas, se señala que esos anticipos convalidan la Nota Reversal de 1992, por la cual fue diferido el pago de la primera cuota de nuestros beneficios al 2019.
Los técnicos independientes del sector energético temen que esos desembolsos, sean en realidad parte de una remesa mayor ya acordada por las autoridades de la binacional, para que futuros acuerdos en marcha y que puedan ser impulsados en Yacyretá no tengan tropiezos en la parte paraguaya.
El diputado de la oposición, requerido ayer sobre el particular, dijo que han cuestionado siempre la aplicación de la Nota Reversal del 92. La Argentina aplicó de facto, es decir, de hecho y no derecho, de forma totalmente unilateral y ha perjudicado enormemente al Paraguay, acotó
La Argentina tiene que comenzar a pagar lo que corresponde a este nivel de generación, más allá de ir discutiendo las otras cuestiones, de la deuda gigantesca creada por ellos mismos. Si uno hace los cálculos a este nivel de generación, nos corresponde alrededor de US$ 90.000.000 anualmente, lo cual se tiene que pagar se firme o no algún preacuerdo, sentenció.
Deben comenzar a pagar por cesión de energía, por compensación por territorio inundado. No corresponde el cuoteo, agregó.