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El pasado martes, el Gobierno también dispuso elevar el subsidio del pasaje del transporte público del servicio común o convencional de G. 100 a G. 200. Igualmente, resolvió subvencionar G. 100 por boleto al servicio diferencial, que cuesta G. 3.600.
“Estamos en contra de lo que dispuso el Gobierno, contra la liberación del precio del gasoíl común, porque Petropar, que es estatal funge de regulador y también compite como emblema con unas pocas estaciones de servicio en la zona metropolitana, con lo que se distorsiona el mercado y se perjudica al transporte de cargas en el interior”, señaló el dirigente.
A su vez, el secretario general de la Asociación de Transportistas de Ganado, Gilberto Maldonado, criticó que el precio fijo de G. 4.721 por litro del gasoíl tipo III para el transporte público de pasajeros, agregando el aumento del subsidio directo, representa doble beneficio por un mismo evento, por el encarecimiento del combustible.
Consultado, el viceministro de Transporte, Agustín Encina, defendió que el decreto 9030/18 no es un subsidio. “Es una manera de ordenar y establecer un precio único para poder cargar un solo numero a la planilla de cálculo tarifario del precio del pasaje”, dijo. Añadió que cuando el diésel común no estaba liberado, en la planilla de cálculos se colocaba el precio del gasoíl tipo mayorista de Petropar, pero hoy dicho combustible está liberado y los transportistas son proveídos por varios emblemas, justificó.