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Tal como había ocurrido en el verano, cuando el Sistema Eléctrico Argentino de Interconexión (SADI) se vio saturada por la excesiva demanda, ahora es la ola de frío la que castiga duramente al país vecino, razón por la cual se ve obligada a aumentar sus importaciones de energía eléctrica, que se suele realizar aunque en menor proporción de Brasil, Chile, Uruguay y Paraguay.
Técnicos del sector eléctrico sostienen que la crisis que atraviesa Argentina es el mejor escenario para plantear un acuerdo en la negociación sobre la Entidad Binacional Yacyretá (EBY). Sin embargo, para que eso sea posible debe contarse con una estrategia y un objetivo bien definidos, advirtió el Ing. Axel Benítez, exdirector de Energía del Viceministerio de Minas y Energía. “Sin estrategia ni objetivos no hay resultados, a pesar del buen ambiente que siempre alegan nuestras autoridades”, mencionó.
Añadió que ya desaprovecharon el verano pasado y que desaprovecharán este invierno. “El punto es que sin obras, igual ellos se siguen llevando el 85% de la producción de Yacyretá, inundando 80% de nuestro territorio”, agregó el Ing. Benítez.
Esta posición fue compartida por el Ing. Ernesto Samaniego, quien indicó que debería aprovecharse la coyuntura para cerrar un acuerdo favorable a nuestro país, que implicará mayores beneficios y asegurar el cobro de las acreencias en Yacyretá.
Energía de Acaray
Cabe recordar que desde la semana pasada la ANDE está suministrando al SADI energía procedente de la central hidroeléctrica de Acaray, aunque todavía no divulgan los números oficiales de la operación. La exportación se realiza a través de la interconexión Guarambaré-Clorinda.
De acuerdo con reportes de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista (Cammesa), la importación desde el Paraguay se realiza con una media de 35 MWh. Lo que aún no se especificó es si se trata de energía en carácter emergencial o de un suministro continuo.
No hay fecha para reunión
Hasta el momento no hay una fecha definida para retomar las tratativas de revisión del Anexo C del Tratado de Yacyretá, que empezó en junio de 2014. Si bien las autoridades de la binacional aseguran que los equipos técnicos se reúnen periódicamente, lo concreto es que a la fecha no se conoce de ningún avance. La discusión se centra en la aplicación de intereses y actualizaciones al capital aportado para el emprendimiento, además del pago de las compensaciones.