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Lo más difícil será ahora recuperar la confianza, advirtió.
La consecuencia inmediata del bloqueo argentino al tránsito de los camiones con destino a Chile, la que más perjudicó al sector cárnico nacional, fue la insatisfacción generada en los clientes transandinos y la incertidumbre que proyecta sobre la concreción de nuevos contratos.
No se trata de que los clientes chilenos vuelvan a confiar en las industrias, sino que vuelvan a creer de nuevo en el país, porque no hay garantías en relación a futuros nuevos bloqueos y a la imagen muy deteriorada del país, y más aún ante este tipo de sucesos que perjudicaron significativamente en el exterior, explicó el gerente de la planta Frigochaco, Ferdinand Kehler.
Explicó también que las mismas firmas importadoras de nuestra producción se vieron muy perjudicadas ante sus propios clientes, al no poder ofrecer los rubros cárnicos que nuestro país les había prometido. Ante el bloqueo de dos semanas a nuestros envíos, los chilenos debieron conseguir de otros proveedores, como de las plantas brasileñas, acotó el industrial.
RECUPERAR CONFIANZA
Añadió que recuperar la confianza será lo más difícil, al tiempo de destacar que queda la duda en los compradores de si volverán a suscitarse hechos como los acontecidos en las últimas dos semanas o no.
En otro orden, Kehler explicó también que los inspectores del Senasa argentino visitaron su planta el viernes último, antes de que retornaran a su país. Destacó que quedaron muy satisfechos en relación a la calidad de su producción, y los aspectos sanitarios vinculados con todo el proceso, oportunidad en la que demostraron que en su planta no hay nada que ocultar, agregó.
El Frigorífico Frigochaco se encuentra ubicado en Limpio, barrio Salado, y es una de las cinco industrias habilitadas para exportar al exigente mercado chileno, y envía un promedio de 66 toneladas semanales de rubros cárnicos de primerísima calidad.
La consecuencia inmediata del bloqueo argentino al tránsito de los camiones con destino a Chile, la que más perjudicó al sector cárnico nacional, fue la insatisfacción generada en los clientes transandinos y la incertidumbre que proyecta sobre la concreción de nuevos contratos.
No se trata de que los clientes chilenos vuelvan a confiar en las industrias, sino que vuelvan a creer de nuevo en el país, porque no hay garantías en relación a futuros nuevos bloqueos y a la imagen muy deteriorada del país, y más aún ante este tipo de sucesos que perjudicaron significativamente en el exterior, explicó el gerente de la planta Frigochaco, Ferdinand Kehler.
Explicó también que las mismas firmas importadoras de nuestra producción se vieron muy perjudicadas ante sus propios clientes, al no poder ofrecer los rubros cárnicos que nuestro país les había prometido. Ante el bloqueo de dos semanas a nuestros envíos, los chilenos debieron conseguir de otros proveedores, como de las plantas brasileñas, acotó el industrial.
RECUPERAR CONFIANZA
Añadió que recuperar la confianza será lo más difícil, al tiempo de destacar que queda la duda en los compradores de si volverán a suscitarse hechos como los acontecidos en las últimas dos semanas o no.
En otro orden, Kehler explicó también que los inspectores del Senasa argentino visitaron su planta el viernes último, antes de que retornaran a su país. Destacó que quedaron muy satisfechos en relación a la calidad de su producción, y los aspectos sanitarios vinculados con todo el proceso, oportunidad en la que demostraron que en su planta no hay nada que ocultar, agregó.
El Frigorífico Frigochaco se encuentra ubicado en Limpio, barrio Salado, y es una de las cinco industrias habilitadas para exportar al exigente mercado chileno, y envía un promedio de 66 toneladas semanales de rubros cárnicos de primerísima calidad.