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El interés tanto de Brasil, como de Chile y Uruguay de acceder a la energía producida en la central hidroeléctrica Acaray plantea la necesidad de llevar adelante los procesos de integración energética en la región. Sin embargo, todos los planes y enunciados promovidos desde el Gobierno no han pasado de ser simples expresiones de deseo.
Al respecto, técnicos y especialistas del sector eléctrico coinciden en manifestar la necesidad de romper paradigmas y definir una política energética para la nación. “Paraguay es un país interconectado pero no un país integrado energéticamente”, afirma el Ing. Guillermo López Flores, consultor y exconsejero de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY). Agrega que en nuestro país, por la desorganización que existe en el sector, los nuevos paradigmas que imperan en la industria energética del mundo son prácticamente desconocidos, y no hay instituciones apropiadas para lidiar con ello.
Estos nuevos paradigmas se refieren a que los recursos energéticos “se han convertido en recursos de la geopolítica, de seguridad nacional, que ha servido para influenciar la política internacional”, afirma López Flores y concluye que mientras Paraguay sea la única nación que, desde Alaska hasta Tierra del Fuego, en los pasados 50 años, no ha reformado y modernizado a semejanza de sus vecinos su sector eléctrico, probablemente la intención de aprovechar mejor nuestros excedentes no pasará de ser una más del montón, expresó.
Se repiten errores
Por su parte, el Ing. Ramón Montanía, director del Instituto Técnico Superior de Electricidad (ITC), declaró que lo triste y lamentable en este caso es que el presidente Horacio Cartes siga repitiendo los mismos errores de sus predecesores, al llenar de operadores políticos las binacionales, en particular la EBY.
“Cartes prometió conformar una ‘selección nacional’, con los más idóneos para cada cargo sin importar banderías políticas. Con esa promesa despertó entusiasmo y esperanza en la ciudadanía que creyó que él iba a marcar la diferencia con los gobernantes anteriores; pero con su actuación en Yacyretá generó una tremenda desilusión”, indicó Montanía en referencia a las últimas designaciones de políticos para ocupar altos cargos.
Advirtió que el Gobierno hasta hoy no ha logrado mayores avances para solucionar los graves problemas que aquejan a la EBY. “Pero, en Yacyretá, los ‘politiqueros’ son menos, hay excelentes funcionarios y estos son mayoría. La pena es que siguen callados, permitiendo que su empresa siga siendo pisoteada por inescrupulosos que la utilizan para promoción política”, sentenció.
Acuerdos no se cumplen
Uno de los aspectos determinantes que impiden la concreción de las operaciones de exportación de energía de Acaray tiene que ver con la falta de cumplimiento de los acuerdos. En el caso del Brasil, la Declaración Conjunta firmada por los presidentes Fernando Lugo y Lula Da Silva establecía la posibilidad de la venta gradual en el mercado brasileño. Asimismo, según datos, la ANDE ya tiene firmados acuerdos de cooperación con otras empresas del sector como Copel y Enersul, pero falta estructurar un plan para implementarlos.