Creen que menor crecimiento obligará al país a reflotar reformas olvidadas

El nuevo ciclo económico de menor crecimiento obligará a reflotar las grandes reformas olvidadas en los últimos diez años de “fiesta”, aunque el país tenga poco margen para asumir políticas fiscales y monetarias anticíclicas, dijo ayer Alberto Acosta G., de la Fundación Desarrollo en Democracia.

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La idea fue expuesta en el Carmelitas Center, donde la citada fundación presentó las “Perspectivas Dende 2016. El fin del superciclo y su impacto en Paraguay”. También participaron de la charla los economistas César Barreto y Manuel Ferreira.

Llegó el momento de pensar en cambios que permitan gastar menos e invertir más en infraestructura, educación y otros sectores, y es necesario impulsar fuertemente la productividad, porque si queremos crecer, es imposible hacerlo sin productividad de nuestras empresas, indicó Acosta.

El economista advirtió que si esto no se hace, entraremos en una etapa de crecimiento muy lento, con peligro de fuerte impacto en lo social, ya que se ha reducido la pobreza y, sin embargo, mucha gente apenas pasó la frontera de la vulnerabilidad. El estancamiento podría obligar a muchos compatriotas a volver al rincón de donde salió. El Ministerio de Hacienda deberá tener mucho cuidado para evitar que se descontrole el déficit público y caer en endeudamientos que después resulten incontenibles, advirtió el representante de la Fundación Desarrollo en Democracia (Dende).

En los últimos doce años, todos los números de nuestra economía se multiplicaron por diez, dijo Acosta Garbarino, quien puso como ejemplo las Reservas Internacionales Netas (RIN), que de US$ 600 millones treparon a US$ 7.000 millones en dicho periodo.

Este es el ciclo que llega a su fin, con un dólar que se está apreciando, la política monetaria de EE.UU. que cambia y la frenada de China y otros factores están produciendo la caída de precio de los comodities y hasta el comercio en la frontera murió con la subida del dólar frente al real brasileño.

Nuevo frente

Según Acosta, se abre un frente totalmente contrario al de los últimos diez años, y nadie puede vaticinar la profundidad que tendrá. “Aquí no hay que ser pesimista ni optimista; hay que ser realista”, dijo Acosta. Todas las proyecciones hablan de un nuevo escenario que aparentemente no será corto. Es necesario comenzar a hablar sobre cómo compensar el cierre de un superciclo económico. El sector agrícola está sufriendo a pesar de que el precio de la soja es aún rentable, mientras la cotización de la carne está cayendo, reflexionó.

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