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El empresario Mauricio Stadecker informó que se trata de un invento que se utiliza popularmente en China e India desde hace diez años. Dijo que tiene un mecanismo muy sencillo y fácil de utilizar.
“Es un equipo que ayuda al pequeño productor a acelerar la cosecha hasta en cinco veces en
comparación con la realizada a simplemente a mano, lo que indirectamente le reducirá la necesidad de contratación de cosecheros, en beneficio de la rentabilidad de la producción textil”, señaló.
Anunció que piensa importar alrededor de 30.000 de esos equipos para ofrecerlos como herramienta para la producción de algodón en la pequeña finca. Dijo que su precio ronda los US$ 100 por unidad, y que cuenta con un kit que incluye la bolsa, la batería y la pistola aspiradora.
Añadió que la cosechadora manual de algodón facilita y acelera el trabajo en la pequeña finca, que se suma a la tecnología transgénica que también disminuye el trabajo evitando las costosas carpidas.
Stadecker también mostró ayer las parcelas experimentales de algodón mecanizado que desarrolló en el predio de Arasy, en Guayaybí, que demuestran un excelente comportamiento agronómico, en las diferentes parcelas con variaciones de densidad desde 70.000 hasta 180.000 plantas por hectárea. Los refugios del 20% prueban la eficiencia de la tecnología.