Correos evidencian que Deloitte no avalaba cambios en “superviaducto”

La consultora Deloitte, cuyo informe de auditoría fue presentado por el MOPC como “aval” de las modificaciones en el “superviaducto”, expresó en unos correos electrónicos del 2015 que no estaba de acuerdo con los cambios.

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El ingeniero Hermann Pankow, quien formó parte de la empresa Tecnodinámica, que hizo el diseño del superviaducto, reveló unos correos electrónicos intercambiados con representantes de la empresa Deloitte, en los cuales ellos dejaban constancia de que no estaban de acuerdo con los cambios introducidos al proyecto. La semana pasada, el titular del MOPC, Ramón Jiménez Gaona, presentó un informe de Deloitte como el supuesto aval de las modificaciones introducidas.

En un correo que tiene fecha del 22 de junio del 2015, Adrián Schwarz, de Deloitte, le contesta a un tal Enciso, con copia a Pankow lo siguiente: “Hemos estado analizando el tema de la protección al muro de tierra armada y tenemos una solución que nos gustaría discutir con el ingeniero Pankow, ya que la solución propuesta no termina de convencernos” (ver facsímil).

En tales modificaciones Deloitte no tuvo participación, según Pankow, pese a que entonces se encontraba asesorando al Ministerio de Obras Públicas en el marco de un contrato de consultoría, de unos 10 millones de dólares.

Llamativamente ahora aparece un supuesto informe de auditoría de Deloitte con el cual, según Jiménez Gaona, esperan que el Ministerio Público desestime la denuncia hecha por Pankow contra los miembros del comité de evaluación que adjudicó esta obra a la firma española Isolux. No obstante, al revisar el informe, se puede notar que al final del mismo Deloitte se desentiende de su contenido.

“Ninguna entidad de la Red Deloitte se hace responsable de cualquier pérdida que pueda sufrir cualquier persona que confíe en esta comunicación”, dice textualmente parte del informe de Deloitte que publicamos al inicio de esta semana.

Recordemos que el “superviaducto” estuvo en el ojo de la tormenta cuando fue mencionado en una investigación española de corrupción con ribetes internacionales, en la que también aparece un lobista paraguayo, Ernesto Dos Santos, que invocaba su “cercanía” al ministro de Obras Publicas.

El puente que no se hizo

El plazo de 12 meses que tenía Isolux para terminar el superviaducto venció en marzo de este año. Aunque la obra ya está en uso, sigue incompleta, pues le falta un puente peatonal al costado del arroyo Itay, cotizado en 150.000 dólares.

Durante la última conferencia de prensa, el ingeniero René Peralbo, director de Ejecución del MOPC, dijo que está previsto que el puente sea hecho por la misma empresa contratista de la obra, es decir Isolux. Nadie explicó por qué inauguraron la obra sin haberla concluido totalmente.

Antecedentes

La construcción del denominado “superviaducto” fue otorgada por el MOPC por un monto de G. 124.000 millones, en agosto del 2015, a la empresa española Isolux Corsan, representada por Juan de Goycoechea. Para esta obra, el Ministerio de Obras Públicas otorgó un plazo de solamente 12 meses.

En su momento, la adjudicación a Isolux generó mucha preocupación por los antecedentes de incumplimiento que tenía.

Isolux había sido adjudicada hace algunos años por el gobierno regional de São Paulo, Brasil, para las obras civiles del metro. Sin embargo, en julio de 2015 se le rescindió el contrato por abandonar la obra. Este mismo año, Isolux se declaró en quiebra.

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