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Las utilidades de la Compañía Paraguaya de Comunicaciones (Copaco) sufrieron una estrepitosa caída entre el 2008 y 2009, coincidentemente con la inversión de US$ 18 millones en la ampliación de su red de telefonía inalámbrica, Copacel, denominada hoy día Línea Alta, que hasta ahora no le reportó beneficio alguno.
A fines de 2007, la compañía adjudicó a Ericsson la instalación y puesta en funcionamiento de 118 radiobases en varias zonas del país. El contrato firmaron Jorge Magno Candia, titular de la Copaco, y Hernán Grosz, representante de Ericsson.
De acuerdo con las cláusulas contractuales, el sistema tenía que estar operativa en 300 días (unos 11 meses).
Sin embargo, pasaron los meses y cuando llegó la fecha en que el plazo caducaba, la contratista no llegó a instalar ni la mitad de los equipos contratados.
En esa época hubo cambios en el Gobierno y en la Copaco. Asumió Fernando Lugo y nombró en el directorio a Arnulfo Recalde, un antiguo funcionario de la compañía.
Ericsson solicitó cuatro prórrogas del contrato, que le fueron concedidas, pero aún así incumplió porque a fines de 2009 entregó a la compañía solo 15 radiobases, que no pudo instalar por falta de permisos municipales, de la Secretaría del Ambiente y por peleas con vecinos. Colocó apenas 103 equipos.
Un informe elaborado este año por un grupo de técnicos de la telefónica revela la serie de irregularidades en la ejecución del millonario contrato. Uno de los más graves es la posible adquisición sobrefacturada por parte de Ericsson de una veintena de terrenos para el asentamiento de las torres.
Para empeorar las cosas, los inmuebles están ubicados en sitios bajos, en pendientes, no aptos para colocación de antenas. Otro detalle, algunos sitios elegidos no contaban ni con 70 habitantes, lo cual hace sospechar de la inversión, a criterio de un técnico de Copaco. Aún así, Mario Esquivel, titular del ente, recibió en forma definitiva los equipos.
Al cabo de cuatro años, la compañía debía conseguir utilidades de US$ 8,7 millones, apenas llegó a facturar US$ 481.000 en cinco años, según los datos.
Inversiones siguieron
En marzo de 2009, los directivos de Copaco decidieron adquirir la pequeña empresa telefónica celular Vox (Hola Paraguay) por US$ 3 millones, que estaba operando aún con tecnología GSM, mientras las demás lo hacían con 2G y 3G. Para poder competir con las demás tuvo que invertir en estas tecnología.
Según los datos consultados, las compras de tecnologías 2G, 3G y 4G fueron por valor de US$ 20 millones de las empresas ZTE y Huawei, en forma directa, sin licitación.
También realizó compras en 2012 de redes de fibra óptica, actualización del sistema, control de tráfico IP, sistema para televisión digital (IPTV), módems, etc, que suman cerca de US$ 16 millones.
Recurrió a un préstamo
Para cumplir con los pagos de estos millonarios contratos, Copaco y su empresa satélite Vox debieron solicitar un préstamo de US$ 12 millones en octubre de 2012 al banco Itaú, a una tasa de interés del 8,5%.
Pagó a las contratistas US$ 6,2 millones y solo le quedan US$ 5,8 millones de préstamo, monto mucho menor a su deuda pendiente.