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Señaló que una de las falencias del sistema MAG que se arrastra es la dificultad para coordinar las acciones de la investigación con la extensión. “El IPTA genera la tecnología y baja al terreno las políticas de estado, en este caso el norte claro es el combate a la pobreza, para lo que tenemos productos específicos que vamos a lanzar y vamos ir transfiriendo al pequeño productor para que ellos se vayan adecuando a lo que es producir con tecnología”, dijo Idoyaga.
Aclaró que un cuello de botella en el desarrollo es que el campesino paraguayo es un poco reacio a la adopción de tecnología. “El campesino paraguayo es una persona muy tradicionalista y el IPTA se pondrá como el otro brazo fuerte para que se concrete a nivel de campo la generación de la tecnología que se generan en los campos de experimentación, en una armónica coordinación con la Dirección de Extensión Agraria (Deag).
Detalló que trabajarán en todos los rubros, con prioridad a la agricultura familiar campesina, tales como algodón, sésamo, ka’a he’ê, mandioca, hortalizas, y también los cultivos extensivos como la soja, el trigo y el maíz, entre otros.
Enfatizó que para el éxito de la adopción de tecnología a nivel del pequeño productor se debe completar el triángulo que conforman la investigación, la extensión y la asistencia crediticia.
Con relación a la administración que asume prometió que no defraudará la confianza que el Poder Ejecutivo depositó en los técnicos de la casa para administrar el novel ente de investigación. “Con las manos limpias asumimos y de esa misma forma vamos a dejar el cargo y no me temblará la mano para desplazar del cargo y sumariar a los que quieran servirse del ente antes que servir desde ella a la patria”, señaló.