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La cantidad de gallinas ponedoras en nuestro país se estima actualmente en 3.200.0000 aves, cuya postura diaria se calcula en un 75%, es decir unos 2.400.000 unidades de huevos, o 200.000 docenas por día, informó el presidente de la Asociación de Avicultores del Paraguay (Avipar), Pablo Mauger, en el contexto del Día Mundial del Huevo, conmemorado ayer.
Respecto al contrabando de huevos, indicó que sería de unas 3.000 docenas por día y si calculamos que el producto tiene un precio de G. 8.000/doc., resultaría un perjuicio económico para el sector de G. 720 millones mensuales, por el freno de las ventas de la producción nacional. La proyección de pérdida en un año sería de G. 8.640 millones, es decir unos US$ 1,4 millones, de acuerdo con cálculos realizados con datos de Avipar.
Por otra parte, Mauger informó que el gremio trabaja para que se aumente el consumo de huevo en el país, en beneficio de la salud de la población. La FAO aconseja consumir 300 huevos al año por persona y en Paraguay no se llega a la mitad de esa cantidad.
El dirigente empresarial también señaló que ayer realizaron donaciones simbólicas de lotes de 50 docenas de huevos a diferentes instituciones que trabajan con personas en situación vulnerable, tales como Carlota Palmerola, Pa’i Puku, Bañado Sur, Hogar San Rafael del Padre Trento, entre otros.
Contrabando de pollo
La presidenta de la Asociación de Productores y Exportadores de Pollo (Apep), Pilar Zubizarreta, opinó sobre el contrabando que el flagelo golpea bastante, tanto en la producción de huevos como en la producción de pollos parrilleros.
“El contrabando golpea a la producción de huevos y sobre todo en la época primaveral, por la mayor producción hay más postura tanto en la cría industrial como a nivel de las granjas de pequeños agricultores, debido al aumento de las horas luz del día. El contrabando frena las ventas”, dijo Zubizarreta.
En cuanto al ingreso ilegal de pollos, denunció que se estima que castiga en cerca del 20% a toda la cadena industrial y pone en riesgo la salud humana. “El contrabando de pollo se realiza de una manera muy poco sanitaria. Las cajas de pollos congelados se transportan rompiendo la cadena de frío; frente a los comercios de ciudades fronterizas se ven que escurre el agua al ir descongelándose”, comentó.
Denunció que el contrabando en este rubro es impulsado por grandes capitalistas, que utilizan como contratados a los paseros. “El volumen es abismal, cuando los precios son demasiado favorables (para el flagelo), los productos llegan incluso hasta Asunción”, dijo. Sobre la producción nacional de parrilleros, estimó que el faenamiento estaría en unos 220.000 pollos por día y que la cadena emplea a 3.000 trabajadores, aproximadamente.