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Agregó que el Paraguay cambió muchísimo en lo económico y social entre 1994 al 2014: “20 años representa para una economía como la nuestra una metamorfosis que debe ser registrado acordemente, ya que estas nuevas cifras estadísticas afectan en la toma de decisiones en materia fiscal, toma de políticas monetarias e inversiones”.
Según detalló, lo que ha hecho el cambio de año base al 2014 es actualizar el escenario económico actual del Paraguay versus 20 años atrás, incluyéndose nuevos productos, actividades y servicios.
“Ahora se cuenta con un sistema de cuentas nacionales más estandarizado internacionalmente que incluye nuevas técnicas de medición y calificación por categorías”, resaltó.
En su opinión, el proceso de actualización del año base debería hacerse como lo plantean los académicos, cada 10 años. El profesional detalló, además, las cuatro aristas de medición que incluyeron esta actualización de los datos económico.
Primero, por el lado de la oferta, modificó estructuras de medición en la actividad productiva, las importaciones, los márgenes de distribución y los impuestos. Por el lado de la demanda, también actualizó la medición en el sector de consumo, formación bruta de capital y las exportaciones.
En lo que respecta a la línea de los ingresos, incluyeron ajustes de medición de impuestos, remuneraciones y, finalmente, en los sectores institucionales, afectó la valoración de las sociedades, los hogares y el gobierno.
Entre los principales cambios de la actualización de las cuentas nacionales se mencionan el aumento de valor del PIB en 30%, pasando de US$ 27.645 millones a US$ 36.282 millones en el 2016, mientras que el PIB per cápita pasó de US$ 4.033 a US$ 5.303. Pese a estos ajustes, el PIB per cápita de Paraguay sigue siendo uno de los más bajos de Sudamérica. Al incrementar la base del PIB, también bajaron los ratios de deuda pública, déficit fiscal y presión tributaria.