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Si bien este escenario, para los economistas, resulta óptimo, técnicamente hablando hay dudas generadas desde la ciudadanía con respecto al valor que tendrá la moneda reconvertida, en cuanto al poder adquisitivo. En este punto, los técnicos coinciden en que el guaraní no sufrirá cambios en su valor adquisitivo y, por lo tanto, no habrá inflación.
Es decir, cuando existe un aumento constante y sostenido de los precios hay inflación; en el caso de la reconversión solo habrá un ajuste de escala.
“Es para sincerar el valor de la moneda a lo que era desde 1950 hasta la fecha. Creemos que va a tener un efecto positivo para la población, ni qué decir de las empresas en el esquema de sinceramiento sobre el valor de la moneda”, aseguró.
En los últimos años, el valor de las transacciones se incrementó debido al crecimiento económico, pero principalmente por la inflación acumulada desde la creación del guaraní en 1943, que llevó al Banco Central a emitir billetes de alta denominación. El billete de mayor denominación que tenemos es el G. 100.000, que salió en 1998, pero las de 1, 5 e incluso 10 guaraníes ya casi no se utilizan en las transacciones y actualmente están en proceso de desmonetización. Al BCP llegaron solicitudes para emitir billetes de G. 200.000 e incluso de G. 500.000.
Paraguay es uno de los ocho países en el mundo que posee billetes con seis dígitos o más y este será el primer cambio de la moneda nacional desde su creación, el 5 de octubre de 1943. Actualmente es una de las más antiguas de América.