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La ley del subsidio aprobada y sancionada ayer en la Cámara Baja, de ser promulgada finalmente por el Ejecutivo “va a generar incentivos contrarios al espíritu del trabajo, que es lo que debe primar para poder construir un país. Estamos regalando dinero permanentemente a la gente, y así lo que vamos a conseguir es ser otra Venezuela. Creo que a eso apuntamos (...); no vamos a poder construir un país serio y que pueda apuntar hacia el desarrollo de esta forma. A mí me parece que no se puede construir ni el capitalismo ni el socialismo sin trabajo”, sostuvo el analista económico y exministro de Hacienda Manuel Ferreira.
En entrevista con radio ABC Cardinal, Ferreira adelantó que este tema debe ser de extrema preocupación, “porque estamos dando este tipo de incentivos en vez de buscar políticas que tiendan realmente a solucionar los problemas. Pareciera ser que hay un sector de la clase política que le gusta que la gente siga siendo pobre, porque como come y vive de ellos, no podrá seguir igual si esa gente no existiese”.
Por otro lado, lamentó el escaso conocimiento que tiene los legisladores sobre cómo funcionan los temas económicos, “y es una lástima que nuestros representantes estén con este tipo de posiciones”. Ferreira cree que esto es también consecuencia de los tiempos electorales, porque “los políticos toman decisiones no basadas en posiciones racionales sino con base en cómo puede conseguir más votos con una medida de este tipo. Creo que eso es lo que estamos viendo”, señaló.
Por otro lado, resaltó Ferrreira, hay que preguntarse cómo hará el Estado para afrontar los compromisos que le van a surgir a partir de esta ley, si se promulga finalmente, “porque esta ley no tiene final, no sabemos cuándo va a acabar su aplicación”, y este tipo de cosas “se pudieron haber pulido por lo menos, para evitar mayores daños”.
Lejos del desarrollo
Por su parte, el presidente de la Federación de la Producción, la Industria y el Comercio (Feprinco), Beltrán Macchi, opinó que la ley se convertirá en algo que alejará aún más al sector de la agricultura familiar campesina de la modernidad, y será mucho más difícil que pueda llegar a ser factor de desarrollo. “Es una señal de alerta para todos, que sienta mal precedente, porque con pocos manifestantes pero violentos se logran resultados legislativos”, comentó.
Beltrán Macchi también calificó como lamentable la decisión económica apresurada que se realiza en medio de un proceso electoral, que tendremos que lamentar por mucho tiempo. “Estas leyes abren la puerta a la desestabilización de la macroeconomía, pilar de nuestro crecimiento económico”, expresó entre otras cosas.