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Recordó que el Ministerio Público intervino en la zona. El fiscal José Luis Casaccia retuvo inclusive dos volquetes que proveían escombros a los nuevos moradores.
Esto tampoco paró la invasión. La semana pasada, periodistas de ABC comprobaron que los camiones siguen ingresando al lugar para dejar toneladas de tierra, escombros y piedras en los humedales, por las que los interesados en construir su precaria vivienda pagan entre G. 30.000 y G. 50.000. “Nosotros terminamos el censo y estamos en este momento contestando a la fiscalía sobre ese trabajo que hemos hecho”, señaló Piccinini.
Argumentó que para detener la invasión del terreno necesitan una orden de la fiscalía. No es fácil, tendrían que hacerlo también con la Policía Nacional.
“La Municipalidad no tiene las condiciones para parar la invasión”, agregó.
Explicó que también deben trabajar con organizaciones sociales de la zona como el del Bañado, porque se trata de un problema social.
Mencionó, además, que la Empresa de Servicios Sanitarios del Paraguay (Essap) está realizando otro relevamiento de datos para la construcción de su primera planta de tratamiento de residuos cloacales.
No solo Laguna Pytã tiene problema de invasión, sino también el banco San Miguel, subrayó Piccinini.
La zona será una de las privilegiadas porque a pasos de allí se construirá la Avda. Costanera hasta el Botánico.