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Luego de 19 años de haber sido adquirida por el Estado, el pasado jueves fue refundada la colonia Santa Lucía, con 3.160 hectáreas que habían sido entregadas a los sintierras, pero que terminaron alquiladas o vendidas a productores mecanizados y que el Instituto de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert), “expropió” nuevamente para entregar a un total de 492 familias de carperos, según informó el titular del ente, Justo Cárdenas.
Cárdenas señaló que 17 instituciones del Estado se encuentran involucradas en la dotación de servicios básicos como energía eléctrica, distribución de agua potable domiciliaria; asistencia técnica del Ministerio de Agricultura para el desarrollo; y la Senavitat en la construcción de las 100 primeras viviendas; además de las viviendas provisorias proveídas por el Indert para toda la comunidad.
Destacó que el trabajo en toda la colonia actualmente es intenso, los pobladores instalan sus casas; otros surcan la tierra para sus primeros cultivos de consumo y preparan huertas familiares y comunitarias.
¨Tenemos una política de gobierno que se funda en dos aristas fundamentales: la recuperación de tierras como un hecho visceralmente trascendente y también el abordaje de la cuestión agraria desde el punto de vista integral, es decir, la puesta en marcha de todas las acciones del Estado puesto al servicio de la gente, pero eso no es suficiente”, indicó.
Enfatizó que si el Indert tuviera que adquirir tierras para ubicar a las 492 familias, que ya están asentadas en Santa Lucía, si se adquiriese esas tierras a precio mercado, el Estado estaría pagando unos US$ 40 millones. “Entonces la recuperación patrimonial no es hecho menor, no solamente representa la primera gran recuperación en toda la vida institucional de la República del Paraguay, representa un punto de inflexión en la vida agraria, marcando un antes y un después”, expresó
Por su parte, el presidente de la comisión de carperos de Ñacunday, Juan Noguera, dijo que lamenta que un pequeño grupo de familias no quieran salir de la propiedad de Ñacunday y no quieran aceptar la ayuda del Gobierno, rechazan la oportunidad de tener la anhelada tierra propia, influenciados, insisten con la historia de siempre”, sentenció.