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El proyecto, en rigor, de ejecución de las obras de la central hidroeléctrica del brazo Aña Cua, tropieza con la resistencia de legisladores y especialistas del sector energía de nuestro país por razones legales, técnicas y económicas.
De acuerdo con la crítica hecha en la Comisión de Seguimiento del Acta de Entendimiento sobre Yacyretá, que firmaron los presidentes Horacio Cartes y Mauricio Macri el día 4 de mayo último, la construcción de una nueva central en ese punto de la represa modifica el Tratado, razón por la cual el Ejecutivo debe someterlo a la consideración del Poder Legislativo.
También cuestionaron que los funcionarios de la EBY hayan decidido iniciar la licitación, tanto de las obras civiles como de equipamiento electromecánico, sin esperar la aprobación de la Nota Reversal de modificación del Anexo C del Tratado de Yacyretá, cuyo texto, se presume, contiene los términos del Acta de Entendimiento del 4 de mayo pasado.
En lo atinente a las transgresiones técnicas, especialistas independientes del sector apuntan que se contrapone al proyecto, que además de figurar en el Tratado será mucho más conveniente para los intereses de ambos países, principalmente por razones de producción.
En cuanto al costo del emprendimiento, US$ 2200/KW instalado, los técnicos apuntan que si se lo compara con otros emprendimientos de Latinoamérica, es muy elevado.
Atenuar crisis
No obstante, contra viento y marea, con el claro propósito de atenuar la crisis que atraviesa el mercado eléctrico argentino, la actual administración de la EBY, con la “bendición” de los Ejecutivos, reanudan hoy el proceso de construcción de la central del Aña Cua, que en el pasado reciente ya fue abortada por falta de transparencia, según justificaba el Gobierno paraguayo de entonces.
La presentación del proyecto, en rigor el lanzamiento oficial de la correspondiente licitación pública internacional, se hará simultáneamente en Asunción y en Ituzaingó (provincia de Corrientes).
Tampoco se aclararon el régimen de comercialización del producto de la nueva usina ni la tarifa que aplicarán para facturarlo.