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Designado para realizar comentarios sobre el Índice de Competitividad, presentado en la víspera por el Foro Económico Mundial, Biedermann manifestó que el Paraguay es un país rico que, por ejemplo, se “pega el lujo” de regalar o ceder energía amablemente a países vecinos, pudiendo aprovecharla para convertirse en una “potencia energética global”.
En cuanto al tema competitividad, manifestó que el mundo hoy es muy complicado, donde compite “el más apto”, el más preparado. “Paraguay es un país que ofrece grandes oportunidades, pero tenemos que aplicarlas; la corrupción, la falta de mano de obra calificada, la burocracia estatal y la falta de infraestructura son serios inhibidores del crecimiento y el desarrollo de nuestro país, y especialmente para la atracción de inversiones”, enfatizó el dirigente.
Añadió que le da vergüenza estar en el puesto 116 del Índice de Competitividad entre 144 países. Sobre el punto, sugirió al Gobierno ponerse una meta de llegar a los puestos 80 o 60 en los próximos años.
Manifestó que, en ese mismo contexto, también hay que luchar contra otros males como una estructura mental que es la base de una baja autoestima, que autodescalifica permanentemente. “No somos tan malos como creemos; este es un país extraordinariamente rico, tenemos más de 40 millones de hectáreas de tierras para producir alimento con valor agregado, que tiene cada vez mayor demanda en el mundo entero”, concluyó.