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Choferes del diversas empresas de transporte se ven obligados a trabajar bajo difíciles condiciones salariales y “viven amordazados” para mantener sus puestos de trabajo. Pusieron como ejemplo que en el caso de la Empresa Lince, que explota las líneas 26 y 18, exigen a los choferes vender 400 boletas por día, en los cuatro redondos obligatorios.
Si en estos viajes no consiguen vender las 400 boletas por día (A veces les faltan 20 a 30 boletas) se les corta del talonario y se les cobra el dinero equivalente al faltante.
A raíz de este tipo de exigencias surgen las alocadas carreras de buses por las calles que componen los itinerarios de ambas líneas y que cruzan gran parte de Asunción y Gran Asunción.
Recordemos que las carreras de buses no tienen una meta en velocidad ni en distancia sino que simplemente se inician entre dos choferes (que parten desde la parada en horarios similares) que compiten entre sí para ver quién recauda más.
Las exigencias a los choferes del transporte repercuten contra la seguridad de los pasajeros y hace que no se respeten las paradas pues deben alzar pasajeros en cualquier sitio para alcanzar la meta.
No tienen denuncias
Consultado sobre esta queja, Esteban Dávalos, propietario de la empresa Lince, dijo a ABC Color: “No existe. Lo que sí existió es que se boicotearon nuestros equipos de billetaje para que no se sepa la venta real por vehículos, según un informe de Autopass. Esa denuncia se hizo pública por parte de la empresa proveedora del servicio de billetaje y por el presidente de Ucetrama”.
No obstante, destacó que sí hay premios para los conductores “que venden más y sobresalen”.
Agregó que Lince ya está implementando el billetaje electrónico en su fase piloto que tiene a 20 buses de varias empresas con el sistema para cobrar el pasaje con tarjeta y tiene como objetivo transparentar el servicio.
“Estamos en camino de que todo el sistema del trasporte se transparente con el billetaje electrónico. Con eso se saben muchas cosas y son pruebas prácticamente irrefutables”, sostuvo.
Sanción anterior
A inicios del 2015, el Poder Ejecutivo había decretado la baja del pasaje de G. 2.400 a G. 2.300 para los buses convencionales (hoy cuesta G. 2.100) pero un total de 21 empresas no se amoldaron a la disposición.
Entre las 21 empresas en situación irregular figuraba la línea 26, según había informado en ese entonces el viceministro de Transporte, Agustín Encina.
Se callan ante el ministerio
Los denunciantes señalaron además que los choferes son obligados a mentir –bajo amenaza de ser despedidos si cuentan la verdad– cuando los fiscalizadores del Ministerio de Trabajo les preguntan sobre su situación laboral.
Al respecto, el director general de Inspección y Fiscalización de la cartera estatal, Atilio Guerrero, dijo que no tienen ninguna denuncia contra el Grupo Lince y pidió a los choferes que son obligados a mentir que se acerquen a la dependencia estatal, ubicada en Herrera casi Paraguarí de Asunción, para hablar sobre la realidad en la que se desempeñan.