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A partir de este registro de las casas de crédito, la Secretaría de Prevención de Lavado de Dinero (Seprelad) podrá tener un control sobre estas entidades que operaban sin ningún tipo de regulación en nuestro mercado.
Según información proveida por la institución, hasta junio pasado se registraron un centenar de instituciones, alrededor del 50% de lo estimado que operan en el país, superando hasta cuatro veces el número de bancos y financieras reguladas por el Banco Central del Paraguay (BCP). En el mercado local se tienen 17 bancos y 9 financieras, 26 en total.
De acuerdo con la normativa de la Seprelad, solo las entidades que estén debidamente registradas, con los datos de sus accionistas, podrán seguir operando con el sistema financiero.
Las casas de crédito que inclumplan se exponen a la cancelación de cuentas por parte del sistema financiero, y ya no podrán operar con bancos, financieras, cooperativas y casas de cambio. El control es un requisito indispensable para seguir operando en el sistema. También deben presentar declaraciones juradas anuales.
Cabe señalar que las casas de crédito tuvieron un fuerte repunte en los últimos tres años, principalmente desde la vigencia de la Ley de tarjetas que topeó la tasa de interés. De 65 empresas que se mantenían en promedio en el mercado, la cantidad de participantes se triplicó en este último tiempo y la cartera de clientes supera los 300.000. Con la ley, muchos usuarios de bajos ingresos ya no tuvieron acceso a este financiamiento, aumentando la demanda de créditos fuera del sistema regulado, donde las tasas duplican a la tasa usuaria.
En una investigación hecha por nuestro diario se pudo constatar que las tasas que cobran la mayoría de las casas de crédito son altamente usurarias, y van de 60% y hasta 100% de interés anual, duplicando el límite permitido, de 38,94%.
Otro dato no menor es la información crediticia dispersa por la falta de una central de riesgo que centralice toda la información de los clientes, muchos de ellos sobreendeudados.
¿Quién regula las tasas?
La mayoría de estas entidades al no estar reguladas por el BCP, no respetan los topes de tasas usurarias y por tanto siguen castigando al público con altísimos intereses. Tampoco la Secretaría de Defensa del Consumidor y Usuario (Sedeco) ha tomado posición para defender los derechos de los usuarios en este aspecto.
Sin embargo, con la renovación de la carta orgánica del BCP, está abierta la posibilidad de que a partir de una resolución se pueda requerir datos o aplicar algún control sobre estas empresas. Incluso se establecen multas por la negación de facilitar datos económicos y financieros a la banca matriz.