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El vocero del grupo, Juan Bautista Noguera, dijo que está muy molesto con la gran burocracia del Indert en los trabajos que realiza en la colonia Santa Lucía.
Recordemos que el domingo último fueron incendiados seis baños construidos recientemente para los carperos de Ñacunday, muchos fueron derribados y otros rociados con combustibles e incinerados. Así también fue quemado parcialmente un puente de madera.
Noguera estima que fueron los actuales ocupantes de esa colonia quienes realizan los amedrentamientos, buscando evitar el traslado de las 575 familias de Ñacunday a la mencionada zona.
La colonia Santa Lucía está proyectada sobre una propiedad de alrededor de 3.160 hectáreas, que había sido adquirida por el ente agrario en 1995 para llevar a cabo la reforma agraria, pero actualmente está en poder de productores de soja, presumiblemente a través de compra o alquiler de derecheras de los beneficiarios de recurso estatal.
Noguera también denunció que fue amenazado de muerte por cuatros desconocidos cuando se desplazaba por uno de los caminos internos de la colonia Santa Lucía.
Explicó que los mismos, cubiertos con casco, le cerraron el paso con sus motos y rodeándole le apuntaron al rostro con arma de fuego y le advirtieron que si las familias se mudaban a la localidad él sufriría la consecuencia.
Durante la reunión en el Indert, también participó el gerente general del Indert, Ing. Víctor Chamorro.
Los carperos llegaron al Indert custodiados por efectivos de la Policía Nacional, vestidos incluso con sus chalecos antibala.