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CIUDAD DEL ESTE (De nuestra redacción regional). Una invasión de caracoles gigantes se registra hace algunos días en esta ciudad, pero la información trascendió recién ayer, luego de un reporte de agentes de la Subcomisaría 1ª y de vecinos de la zona. Técnicos del Senave llegaron para investigar el caso.
Los agentes de la subcomisaría contaron que, en un principio, encontraron solo algunos, pero que hasta ayer la presencia de estos moluscos aumentó considerablemente.
Señalaron que, normalmente, aparecen por la noche, entre 30 a 50, y que suben por las paredes, mientras que otros se acumulan en el jardín, en ladrillos huecos, y en lugares húmedos.
La situación podría volverse insostenible, pues los vecinos aseguraron que se reproducen velozmente en sus jardines.
A pesar de que los técnicos del Senave explicaron que no deben agarrar los caracoles con las manos, muchos vecinos desatienden esa recomendación.
Dieron también consejos especiales para el tratamiento de la plaga; sin embargo, los pobladores del barrio los manipulan sin ninguna precaución.
Relataron incluso que, desde que aparecieron los caracoles, los lugareños pagan a los niños para que los junten en bolsas y los tiren al río Paraná.
Preguntamos a los vecinos si algo sabían de la peligrosidad del invasor y respondieron que ya habían escuchado, pero de igual forma se ven obligados a tomar medidas con sus propias manos, pues la cantidad es grande y los moluscos destruyen las plantas.
De confirmarse que es la Achatina fúlica, estaríamos ante la invasión de una poderosa plaga, capaz de devorar cultivos y causar graves enfermedades, según el Senave. La especie fue encontrada por primera vez en Ayolas, Misiones.
La semana pasada encontraron una importante cantidad en el barrio Pablo Rojas de esta ciudad y ahora en San Rafael, también de Ciudad del Este.
El Ing. Elio Mendoza, del Senave, anunció que comenzaron una investigación en la zona Este, donde varios barrios podrían estar más expuestos porque están en lugares húmedos.
Según los técnicos del Senave, esta plaga habría sido traída de São Paulo para restaurantes de comidas exóticas en esta ciudad. Igualmente se sospecha de que habrían ingresado del lado argentino, para experimentos laboratoriales.
El Senave solicitó apoyo al Ministerio de Salud Pública (MSP) y a la Secretaría del Ambiente (Seam) para erradicar la plaga.
El molusco se alimenta de distintos tipos de cultivos y ocasiona pérdidas en las siembras de maíz, cítricos, mandioca, repollo, lechugas y varios otros.
El ejemplar puede medir hasta 25 cm de longitud y 8 de alto y el Senave ratificó que no deben ser manipulados con las manos, menos si en ellas hay heridas. Advirtieron sobre la importancia del uso estricto de guantes especiales, en caso de que se tenga que agarrar.
Puede transmitir enfermedades si la mucosa contaminada entra en contacto con tejido mucoso humano como ojos, nariz o boca.
Según el informe del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria de la Argentina (Senasa) se tienen antecedentes de la presencia del caracol gigante africano en Sudamérica en Ecuador, Colombia, Venezuela y está ampliamente distribuido en al menos 23 estados de Brasil. En Argentina, desde 2010.
Alerta de Salud y Senave
El Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas (Senave) confirmó el 20 de noviembre del corriente la detección en nuestro país del caracol gigante africano (Achatina fulica), un molusco polífago, considerado como una de las cien plagas más importantes de la agricultura en la actualidad. Al día siguiente, la directora de Vigilancia de la Salud, del Ministerio de Salud Pública, doctora Celia Martínez, anunció a su vez que dicha cartera activó otra alerta debido a que dicho molusco podría causar brotes de meningitis y males intestinales severos en las personas que entrasen en contacto o que consumiesen vegetales que entraron en contacto con ese molusco.