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Capasa es una de las sociedades anónimas cuyo accionista principal es el Estado, calificada como “empresa mixta”, razón por la cual debe rendir cuentas al Consejo de Empresas Públicas y sus procesos de compras deben ceñirse a las estipulaciones de la Ley 2051 de Contrataciones Públicas. Sin embargo, ninguno de los dos organismos citados han intervenido cuando la empresa adquirió productos a cotizaciones que rayan la estafa.
Específicamente, estamos hablando de la compra de etiquetas, que la firma utiliza para las diversas presentaciones y variedades de su producto, la caña (Aristócrata Reserva Especial, Tradicional, Reserva Especial 12 años y Parapiti en envase PET).
La administración anterior, según se puede observar en la Resolución presidencial N° 100/2013, adquirió un millón de unidades de etiquetas para Aristócrata Etiqueta Negra de 450 ml, a un precio unitario de G. 21, IVA incluido, es decir que se pagó en total G. 21 millones. El proveedor fue Artes Gráficas Zamphiropolos SA.
De la misma compañía, ese año se compraron a G. 13 por unidad la etiqueta para botella de caña, pero en la presentación de 200 ml. Fueron adquiridas 7 millones de unidades, por un valor total de G. 91 millones en total, según Resolución del directorio N° 60/2013.
En el 2014, ya durante la administración del Lic. Iván Ojeda, actual presidente, adquirieron la misma etiqueta de 200 ml a G. 150, según se puede verificar en la orden de compra N° 3.062. El nuevo monto significa un 1.054% más que el precio anterior. Al mismo tiempo, se compró la etiqueta para el producto de 450 ml a G. 150, es decir, 614% más caro.
Estas adquisiciones se realizaron de la empresa proveedora Huval Insumos y Servicios, de Hugo Valdez Garcete, tras la licitación por concurso de oferta N° 01/2014 por subasta a la baja electrónica, para compras de cajas de cartón y etiquetas. Llamativamente, la oferente adjudicada fue la única que se presentó, por lo que no hubo competición real ni subasta. Vale decir, en lugar de declarar desierto el llamado y realizar una siguiente convocatoria, Capasa determinó correcto adjudicar pese a los valores inflados.
Alegan “urgencia”
Nuestro diario se comunicó con Gabriel Taboada Mongelós, síndico de Capasa, para consultarle los motivos que le llevaron a la adjudicación de referencia. Respondió que lo hicieron “por la urgencia del caso”. Sin embargo, según los datos, aún había cerca de 4 millones de unidades de etiquetas en stock de la compra realizada anteriormente, por lo que en realidad no había ningún apuro.
Aun así, Taboada defendió el proceso. “Anteriormente no se hacía llamado a licitación. Cuando esta administración entró, hizo el primer llamado y se presentó un solo oferente. Por la urgencia se siguió con el proceso y se compró. Hoy en día ya se tiene la cantidad de oferentes que se necesita y estamos pagando a G. 27, G. 23, G. 22 y G. 21 por etiqueta. El otro caso fue una excepción porque fue el primer llamado”, argumentó.
gbenitez@abc.com.py