El ex viceministro de Agricultura, Ing. Agr. Roberto Carlos Franco, confirmó, en una entrevista con nuestro diario, que ninguna de las instituciones estatales del sector agrícola ni los gremios relacionados con el algodón obedeció el mandato del ex ministro Ricardo Garay de nombrar a un representante para la comisión que debía encargarse de desarrollar el plan algodonero en la zafra 2006/7.
Mencionó que Garay había resuelto el 7 de setiembre que dicha mesa interinstitucional estuviese conformada por el Programa Nacional del Algodón (PNA), el Crédito Agrícola de Habilitación (CAH), el Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas (Senave), la Cámara Algodonera del Paraguay (Cadelpa), la Asociación de Productores de Semillas del Paraguay (Aprosemp) y las organizaciones campesinas FNC, ONAC y MCNOC.
Todas las instancias recibieron el documento, pero la comisión no entró en funcionamiento porque ninguna designó representante; por eso no funcionó, expresó.
Dio a entender que gran parte de la campaña textil se desarrolló dentro del CAH.
En su tiempo, el ministro Abel Santacruz habló de una inyección de fondos al CAH con el cobro de G. 30.000 por cada kit algodonero, señaló.
También aclaró que el control que debió ejercer el MAG sobre el CAH debió realizarse recién a partir de la presentación de las declaraciones juradas, generadas con las entregas de los insumos.
Añadió que el 10% de esos documentos lo remitió el Ing. Agr. Amado Ayala recién el 3 de enero de este año y el resto el 29 de ese mismo mes, un día antes de que realizaran los cambios de ministro y viceministro.
Explicó que, en los sondeos y sorteos que realizó el PNA en el campo, pudo detectarse que los referentes departamentales del CAH tenían muy poca información sobre los procedimientos del manual operativo de la campaña algodonera.
Franco cree que no hubo mala intención al retrasarse las documentaciones por parte del CAH y que la estafa al Estado fue materializada entre el acopiador y el productor. El plan algodonero costó al pueblo G. 63.000 millones, de los cuales el CAH gastó G. 40.000 millones en insumos.
Mencionó que Garay había resuelto el 7 de setiembre que dicha mesa interinstitucional estuviese conformada por el Programa Nacional del Algodón (PNA), el Crédito Agrícola de Habilitación (CAH), el Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas (Senave), la Cámara Algodonera del Paraguay (Cadelpa), la Asociación de Productores de Semillas del Paraguay (Aprosemp) y las organizaciones campesinas FNC, ONAC y MCNOC.
Todas las instancias recibieron el documento, pero la comisión no entró en funcionamiento porque ninguna designó representante; por eso no funcionó, expresó.
Dio a entender que gran parte de la campaña textil se desarrolló dentro del CAH.
En su tiempo, el ministro Abel Santacruz habló de una inyección de fondos al CAH con el cobro de G. 30.000 por cada kit algodonero, señaló.
También aclaró que el control que debió ejercer el MAG sobre el CAH debió realizarse recién a partir de la presentación de las declaraciones juradas, generadas con las entregas de los insumos.
Añadió que el 10% de esos documentos lo remitió el Ing. Agr. Amado Ayala recién el 3 de enero de este año y el resto el 29 de ese mismo mes, un día antes de que realizaran los cambios de ministro y viceministro.
Explicó que, en los sondeos y sorteos que realizó el PNA en el campo, pudo detectarse que los referentes departamentales del CAH tenían muy poca información sobre los procedimientos del manual operativo de la campaña algodonera.
Franco cree que no hubo mala intención al retrasarse las documentaciones por parte del CAH y que la estafa al Estado fue materializada entre el acopiador y el productor. El plan algodonero costó al pueblo G. 63.000 millones, de los cuales el CAH gastó G. 40.000 millones en insumos.
