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El vicepresidente de la cámara, Esteban Morábito, destacó que los miembros de la CAP felicitan al ministro de Industria y Comercio (Gustavo Leite), y al viceministro de Comercio (Pablo Cuevas) por la incautación de los 160.000 kilos de azúcar, “y estamos a favor de que la ley caiga con todo su peso sobre el o los responsables”.
El dirigente advirtió que también les preocupa el “destino” que se vaya a dar, no solamente a este cargamento decomisado, sino también a todas las mercaderías incautadas tras los procedimientos de las autoridades competentes. “Porque hemos recibido información de que gran parte de las mercancías que caen en comiso vuelven al circuito comercial. Entonces, somos partidarios de que se destruyan los productos secuestrados por contrabando”, afirmó.
Añadió que, por otro lado, la mesa directiva y miembros de la CAP, que nuclea a las principales empresas nacionales y multinacionales que operan en el país, lamentan que la Aduana realmente no haga bien su trabajo en este y otros casos. “El hecho de que haya 160 toneladas de azúcar en el departamento Central es porque pasaron enfrente de los puestos de control de la Aduana, y sus funcionarios ‘no se percataron’, o no hicieron su trabajo a cabalidad, y eso nos da mucha pena”, aseveró.
“De buena fe”
Sobre la versión de la “compra de buena fe”, Morábito dijo que sería tal si una señora va y compra medio kilo de azúcar, pero no para alguien que adquiere 160 toneladas, “allí hay algo raro”. Agregó que cuando uno compra esa cantidad de producto debería ser “un poco más cuidadoso”.
Preguntado si estos “compradores de buena fe” sabían lo que estaban adquiriendo, el empresario señaló que se conocen los precios que las industrias locales están practicando, y que si está por debajo de ese precio, obviamente llama la atención.
“El caso particular del azúcar afecta hoy a 250.000 compatriotas, que viven de ese negocio”, subrayó.