En algunos supermercados de nuestra capital, la carne de oveja se comercializaba en la víspera a 17.000 guaraníes por kilo, mientras en ciertas carnicerías el mismo corte se ofertaba a 12.000 guaraníes el kilo.

El precio de este alimento incluso puede ser inferior a 10.000 guaraníes el kilogramo si se lo adquiere en los establecimientos ganaderos.

La producción de carne ovina en nuestro país, según Gonzalo Vargas, es todavía muy baja, porque de las 550.000 ovejas que constituirán la población ovina, apenas el 20% es destinado anualmente al sacrificio para la obtención de carne.

Vargas agregó que en nuestra capital existe una sola carnicería que cuenta con oferta casi permanente de carne de oveja y que, generalmente, los consumidores son extranjeros.

El ganadero aprovechó la entrevista para dar conocer que la nucleación de productores ovinos, desde hace varios años, está poniendo mayor énfasis en la obtención de buena calidad de carne antes que de lana.

Añadió que hace cuatro años están realizando el control genealógico y que está por comenzar la ejecución de un proyecto de vientres para carne. Añadió que también tienen previsto desarrollar un programa para incorporar razas de ovejas para mejorar la producción de leche, con el objetivo de elaborar quesos para la exportación.

En relación con las razas de ovejas que son criadas en nuestro país, Vargas citó la Corriedale, Texel, Hampshire Down, Santa Inés, Suffolk, un poco de Border Leicister, etc., y las ovejas criollas, que provendrían de la raza Merino, traída durante la época de la colonización por los españoles.

Por otra parte, el Dr. Hugo Idoyaga, alto funcionario del Servicio Nacional de Sanidad Animal (Senacsa), explicó que la comercialización de la carne ovina, en su mayor parte, se realiza en forma directa entre el productor y el interesado. Añadió que se trata de una carne muy sabrosa, pero con mayor contenido de grasa que la vacuna y la de cabra.