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Uno de los principales cuestionamientos de la comitiva tuvo que ver con la omisión de la construcción de un nuevo puente peatonal al costado del Arroyo Itay que Isolux, con aprobación del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), dejó de hacer. En tal sentido, los técnicos coincidieron en que las excusas del Ministerio de Obras sobre la modificación del proyecto “para mejorarlo” no son racionales, si se verifica que la falta de este puente hoy es un problema, tanto para automovilistas como para peatones que circulan por la zona.
El ingeniero Roger Monte Domecq, profesor de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Asunción (UNA), dijo en tal sentido que es urgente completar la obra y construir el puente. “El ensanchamiento del puente es necesario y todo lo que hace a la seguridad”, argumentó. También mencionó las láminas laterales que no se han colocado en los pasos peatonales situados sobre el túnel, ahorrándose Isolux con esta “omisión” alrededor de US$ 200.000.
No obstante, dijo que hay cosas que ya no podrán corregirse, como por ejemplo el espesor de la losa (piso) del túnel, que tanto se debatió la semana pasada luego de que este se inundara. Según el ingeniero Hermann Pankow, diseñador de la obra, al lograr construir una losa de solo 35 centímetros de espesor, y no de un metro como estaba previsto en el proyecto inicial, Isolux se ahorró más de US$ 2 millones en este solo ítem.
Por su parte, el diputado Dany Durand sostuvo que, entre todas las obras omitidas, se estima que el perjuicio es de más de US$ 3 millones (el costo total de la obra es de unos US$ 23 millones).
Investigación fiscal
En el considerando de la reciente resolución que dispone la apertura de una causa penal para investigar el proceso de contratación que derivó en la construcción del superviaducto, la fiscalía menciona justamente una serie de indicios.
El principal es la introducción de modificaciones al proyecto cuando ya estaba adjudicado a Isolux, siendo que estas modificaciones, en la etapa de presentar ofertas, habían sido rechazadas por el propio MOPC. Están investigados el ministro Ramón Jiménez Gaona y otros cinco funcionarios del Ministerio.
Solo un generador
Tras ingresar a la cámara subterránea en la que se sitúan las bombas que debían desagotar el túnel, y que se encontraba candadeada, los ingenieros se dirigieron al lugar en el que se encuentra el tablero que supuestamente fue saboteado la semana pasada. El mismo también está situado en un punto inaccesible a cualquier transeúnte. Lo más grave es que en el sitio encontraron solamente un generador y no dos, como se había cotizado en la licitación.