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Rolón argumenta su rechazo a lo que se vio repetidamente en el pasado, que el dinero que supuestamente debería beneficiar a los pequeños productores no tuvo el destino mencionado.
El gremio también dice que el único motivo que les movería a acompañar la aplicación del fondo de compensación es que el pequeño agricultor reciba un precio mejor al que recibe, debido a la intempestiva e inoportuna baja del dólar.
Pero advierte que si se da el subsidio a los pequeños agricultores algodoneros, la distribución no sea con “listas de beneficiarios”, sino solo contra kilo facturado en desmotadoras. Concluye que es imperiosamente necesario elaborar un plan de asistencia técnica y crediticia para el productor textil.