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“Vemos en Paraguay un muy buen primer trimestre, en el cual da la sensación de que empieza a reducirse la incertidumbre electoral y que el primer motor de la economía empieza a repuntar”, expresó. Opinó que la taza de inflación es relativamente baja, y que se configura un escenario económico positivo, con un crecimiento de 4,2% este año y una inflación en línea con la meta del BCP. “Todo eso podrá contribuir a que lentamente las evaluaciones de los activos paraguayos vuelvan hacia la situación que se veía a finales del año pasado, que implicarían ganancias de capital atractivas, en la parte media de la curva en dólares de los bonos soberanos”, resumió.
Detalló que el déficit fiscal aumentó en lo que va de este año, con respecto a diciembre. Había cerrado 1,5%, y ahora está en 1,6% del PIB. En ese sentido, sostuvo que la duda era si eso se debe al comienzo de la campaña electoral. “Pero vimos que no”, pues “en realidad el sesgo de la política fiscal sigue siendo prudente, pero vemos una ejecución más rápida de la obra pública en comparación al año pasado, debido a la demora en el crédito del BID, el cual debía estar en octubre y llegó en enero; además de la discusión presupuestaria, etc.”.