"Cuando llegamos de Brasil, creíamos que todo tenía que venir de afuera en cuanto a capital humano, pero con el pasar del tiempo hemos dedicado una gran parte de nuestra inversión en capacitación. Hoy podemos decir que son nuestros socios que tienen el mismo negocio en Brasil que envían su gente aquí a capacitarse y sentimos mucho orgullo de eso", dijo Da Silva, quien agregó que, de los 110 empleados con que cuentan en sus cuatro locales, 100 son paraguayos.

El gran orgullo de Botica Magistral es su propia gente, ya que sin su profesionalismo no hubiera llegado a estos 12 años. También lo es la aprobación de sus clientes, de los que fue difícil ganar la confianza. "Para una empresa farmacéutica de preparados magistrales es más difícil convencer con un producto que no es ni industrializado ni yerbas, sino químicos preparados de acuerdo a la necesidad de cada paciente".

Según el directivo, la certificación ISO que consiguieron hace 6 años tuvo mucho que ver con la confianza de los médicos, que hoy ya pueden recetar medicamentos específicos para cada paciente gracias a Botica Magistral.