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La situación está controlada en el sentido de que el caudal del Pilcomayo viene bajando sostenidamente desde hace unos días, aunque el daño está hecho en varios sitios poblados de los alrededores de Pozo Hondo, principalmente aguas abajo, de acuerdo a informes dados ayer telefónicamente a nuestro diario por el presidente de la comisión vecinal de la zona, Alberto Jaime.
La fuente contó que todo el día de ayer estuvieron asistiendo a una comunidad llamada La Represa, a unos 80 km aguas abajo de Pozo Hondo, donde viven unas 30 familias y donde el camino ha sido cubierto por las aguas en un tramo de casi 500 metros, por lo que se les proveyó de una lancha de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) para el caso de que tengan necesidad de mudarse a lugares más altos, en el mismo sector.
Anteayer habían evaluado la situación en San Agustín, poblado que está a unos 50 km aguas abajo de Pozo Hondo, donde ayer la Gobernación de Boquerón, la SEN y la Municipalidad de Mcal. Estigarribia entregaron víveres. Para hoy tienen previsto llegar, posiblemente por tierra y luego por agua, a Mistolar, una comunidad de los Nivaclé, donde se calcula viven unas 80 familias y que dista unos 130 km de Pozo Hondo, a unos 40 km aguas abajo de la zona de Embocadura del Pilcomayo.
Por otro lado, Jaime informó de que, finalmente, no llegaron ayer hasta la zona, como se había anunciado, autoridades de la SEN y la Armada, pero sí el gobernador de Boquerón, Edwin Pauls, quien permanece en el sitio. Al mismo tiempo, el presidente de la Comisión Vecinal resaltó la actitud del concejal Aurelio Cuéllar, de la Municipalidad de Mcal. Estigarribia, de quien dijo que llegó al área de emergencia hace ya una semana con una camioneta y desde entonces está ayudando en todas las tareas de asistencia y planeamiento.
El domingo pasado, el río Pilcomayo alcanzó en Pozo Hondo un pico histórico de 7,31 metros, lo que hizo temer por la suerte de los lugareños, pero al día siguiente las cosas cambiaron y comenzó a ceder la riada.