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Admitió que la Asociación de Confeccionistas del Paraguay ya informó a las autoridades de la proliferación de locales comerciales que ofrecen las prendas que habrían ingresado de forma ilegal al país.
Cuevas explicó que la dependencia a su cargo apunta ahora a averiguar si los atuendos usados ingresaron como despachos de importación o directamente de contrabando.
El viceministro explicó que no hay permiso legal para la importación de ropas usadas y sostuvo que este tipo de delitos se deben perseguir y castigar. Anunció que solicitará controles más estrictos a la Dirección Nacional de Aduanas, a fin de impedir su proliferación.
Se sospecha que el negocio se realiza por medio de la importación informal, con la participación de funcionarios de Aduanas, puesto que generalmente las prendas vienen categorizadas como otros artículos.
Por ejemplo se importaron jeans, pero se hacen registros como si fueran medias, entonces tributan sobre una base de 40 centavos y no 7 dólares, que es la base referencial de ese producto. De este modo no solo pierden los industriales, también el Estado, que deja de ingresar fuertes sumas.