Cargando...
Helmut Krieger, dueño de Paraneg, el jardín de plantas ornamentales y hierbas medicinales de Villa Elisa, es quien grita a los cuatro vientos las bondades de la artemisia annua. El alemán, explorador moderno de las propiedades medicinales de las plantas silvestres, asegura que en la naturaleza se encuentran las soluciones a muchas de las enfermedades que hoy afectan al hombre. Y, en ese sentido, uno de sus nuevos remedios es el “Qing Hao”, que en chino se pronuncia “ching hau” y se conoce con el nombre científico de artemisia annua. “Aquí tenemos dos variedades autóctonas, una de China y otra de Vietnam; y una híbrida traída de Brasil”, avisa el anfitrión.
Esta hierba, que crece entre uno y dos metros de altura, se caracteriza por ser una planta anual (vive exactamente un año). Se desarrolla en forma extensa en ramas y ramitas plumosas de color verde oscuro. Es cosechable para usos directos o secado, a modo de infusión. Los chinos la utilizan desde hace miles de años para prevenir y curar afecciones ligadas a cuadros febriles intermitentes, especialmente aquellos que se relacionan con la malaria o el dengue. “Hay todo en el Paraguay, no hay que traer de lejos. Es importante que la gente vuelva a recuperar los conocimientos de la utilización de las hierbas medicinales para el tratamiento de enfermedades que son prevenibles como el dengue. Yo convivo acá con mosquitos, me pican todo el tiempo, pero nunca me transmiten el dengue, porque tengo las defensas fortalecidas por la artemisia anuua, ni mis personales se han enfermado”, sostiene Krieger.
Afirma el hombre que en el mundo se han hecho importantes estudios sobre las propiedades curativas de la hierba y se aisló y descubrió en su estructura química la artemisinina (arteannuin), con efectos para el tratamiento antimalárico. También destaca las bondades de la artemisia annua contra el cáncer. “Resulta eficiente para contrarrestar las células del cáncer de pulmón, de próstata y hasta puede ser útil en la prevención de la leucemia”, advierte el entendido.
Su consumo es recomendado en forma de té de las hojas frescas o secas, del tallo y las flores. Puede ser bebido caliente o frío, pero no se debe hervir, pues pierde sus propiedades. Hasta ahora no hay datos que determinen su efectividad en combinación con la yerba mate, es decir, no está probado si conviene tomar en forma de mate o tereré.
“Se puede cultivar en el jardín o en macetas. Hay que arrancar un puñado de hojas frescas, machacarlas y verter encima el agua previamente hervido, pero no es bueno colocar directamente al fuego”, aconseja Krieger.
yubi@abc.com.py