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La reunión que iba a servir para que el Colegio de Arquitectos apoye la manera en que el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) encara la segunda etapa de la avenida Costanera, referentes del gremio resaltaron algunas correcciones que deben hacerse al proyecto.
Hugo Cáceres, presidente regional del gremio, dijo que el tan cuestionado acceso por la calle Lombardo “podría cambiarse y convertirse en un camino en línea recta a la avenida”. Actualmente se proyecta un giro a la derecha en este acceso, que es el más largo que se prevé.
“Se puede corregir, se puede mejorar. Lo importante es que no nos quedemos en un detalle de la obra”, manifestó.
Añadió que, a su criterio, lo que se debe hacer en Lombardo es construir un acceso en línea recta.
Se debe recordar que, según el MOPC, la imposibilidad de construirlo en línea recta se debe a la existencia de un predio de la Essap en la que se planea instalar una planta de tratamiento.
Cáceres también resaltó los componentes social y paisajístico del proyecto, agregando que no se trata propiamente de una autopista, sino de una avenida.
Por su parte, el arquitecto Curt Tippach, presidente del gremio, destacó la importancia de que haya accesos a la avenida, pero que no afecten la continuidad de la avenida, perjudicando la velocidad promedio con que deben circular por ella los vehículos, que es lo que se teme justamente.
Costo
El único dato que reveló hasta hoy el MOPC es que el costo estimado de la segunda etapa de la avenida Costanera será de US$ 100.000.000.
La licitación debe hacerse en el primer trimestre de este año.
El MOPC acaba de cancelar la adjudicación de la obra a las firmas T y C y CDD, por el monto total de 74 millones de dólares, por dos razones: el cambio de fuente de financiamiento y la prolongación de la avenida hasta conectarla con Ñu Guasu, que está actualmente en construcción.
Según esta adjudicación, solamente el acceso por Lombardo costaría más de cinco millones de dólares.