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De acuerdo con la información suministrada por el Ministerio de Hacienda, con la transferencia de US$ 30 millones Argentina completa un total de US$ 64.921.814, que corresponden a los pagos por la cesión de la energía paraguaya de la central Yacyretá en 2016.
Ese año, la producción total de la usina binacional fue de 21.627.461 megawatts /hora (MWh); de los cuales, el 88,6%, equivalentes a 19.168.572,5 MWh fueron suministrados al Sistema Argentino de Interconexión (SADI). De esa cantidad utilizada por el vecino país, 8.354.842 MWh corresponden a la energía que le corresponde a nuestro país por derecho.
Haciendo un cálculo en base a lo que la Argentina le transfirió a nuestro país en concepto de compensación, tenemos que en promedio pagó por la energía paraguaya cerca de US$ 8 por cada MWh.
Cambios en el Anexo C
Cabe mencionar que a diferencia de lo previsto en el tratado original, que habla de la facturación en función de la potencia contratada, la Nota Reversal firmada por los cancilleres de Argentina y Paraguay el 28 de setiembre último establece que la energía utilizada efectivamente por cada entidad será facturada en forma mensual por Yacyretá.
Además, en el costo se incluirá, en forma proporcional, el monto para el pago de la compensación por la energía cedida.
Esto significa que en caso de ser aprobada la Nota Reversal por el Congreso, en la facturación a la entidad argentina Ebisa se deberá cargar además el monto de US$ 10,5 por MWh, correspondiente a la compensación por la energía paraguaya cedida al vecino país.
Por otro lado, el tratado vigente indica que el costo “será distribuido en forma proporcional a las potencias contratadas por las entidades abastecidas”. Según los datos, este punto de hecho nunca se aplicó.
En teoría, el nuevo artículo que establece la contratación de energía en vez de potencia beneficiará a la Administración Nacional de Electricidad (ANDE), puesto que la intención de la estatal es mantener contratos de potencia con Itaipú y complementar con la adquisición de energía de Yacyretá para optimizar sus costos.
En los últimos meses, la central hidroeléctrica de Itaipú Binacional se convirtió en la principal fuente proveedora de energía eléctrica en el sistema de la ANDE que casi ya no contrata energía de la EBY para el SIN.