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A partir de esto la cartera fiscal empezó ayer el proceso de consolidación del plan financiero, incluyendo las prioridades establecidas por las entidades y los gastos que no podrán modificarse, que luego será puesto a consideración de la Presidencia para su aprobación y puesta en vigencia mediante un decreto.
De acuerdo a las estimaciones de las autoridades de Hacienda, el plan financiero entraría en vigencia desde la segunda quincena de este mes y prevé un recorte de gastos financiados con recursos del Tesoro del orden de G. 650.000 millones (US$ 112 millones).
Los recortes no afectarán a programas destinados a medicamentos, alimentos para Salud y cárceles, servicios básicos, pago de deudas, transferencias a jubilados, Tekoporã y otros.