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El gerente de Apesa, Roberto H. Poletti, explicó que los bajos precios de los combustibles argentinos están generando inconvenientes en toda la región y que la diferencia de valores ocurre porque dicho país no solo es productor sino que también subvenciona el precio final, lo cual ocasiona gran desigualdad.
Comentó que el escenario que existe actualmente en Uruguay es exactamente igual a lo que sucede en nuestro país con el masivo ingreso de productos de contrabando, a lo que se agregan carburantes de dudoso origen generados de “ordeños” y adulteraciones, que bajo el ropaje de combustibles argentinos ingresan sin ningún tipo de control.
Es por ello, añadió, que la medida adoptada por las autoridades uruguayas “nos parece ejemplar y creemos que debería ser imitada en el Paraguay”.
La Policía, la Aduana y la petrolera estatal uruguaya ANCAP (Administración Nacional de Combustibles, Alcohol y Portland) combaten el contrabando de combustible en la frontera de esa nación con la Argentina. Así, un laboratorio móvil analiza muestras, y en caso de que la situación lo amerite, realizan una denuncia.
Aseguran que el operativo se realiza en defensa del consumidor y de las estaciones de servicios que se ubican en las ciudades que lindan con la Argentina.
El presidente de ANCAP, Raúl Sendic, refirió que la empresa está controlando el contrabando de combustibles en automóviles y camiones que pasan “sistemáticamente” por los pasos fronterizos de Brasil y Argentina. Para eso, un laboratorio móvil se encarga de recoger las muestras y analizarlas.
“ANCAP verifica que el combustible transportado sea de procedencia nacional”, informó Sendic y explicó que la intención es colaborar con la política establecida por la Dirección Nacional de Aduanas de extremar los controles de contrabando en las fronteras nacionales, lo cual incluyó la reciente aplicación de la medida del “cero kilo”.
“La acción coordinada de las instituciones citadas facilita la tarea para defender el interés nacional, a los comerciantes locales y a los propietarios de estaciones de servicios que son los más perjudicados en estos casos”, sostuvo. Aclaró que no se analizan los vehículos que deben cargar combustibles en los países fronterizos por necesidad específica, sino que se realiza en aquellos que pasan sistemáticamente “cinco o seis veces, o en los camiones que transitan con tanques”, manifestó.
HASTA UN 33% MENOS
Los combustibles argentinos, con relación a los precios de nuestro país, cuestan hasta un 33% menos, en sus valores finales. Así, la nafta común en Clorinda vale 29% menos, la “súper” cotiza hasta un 33% por debajo de los precios vigentes en Asunción, mientras que con el diésel la situación es similar. En el gasoíl común existe una diferencia a favor del combustible argentino del 28% por debajo del precio paraguayo, mientras que con el diésel “premium” la diferencia a su favor es del 27%.