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LA DORADA, Boquerón (Roque González Vera, enviado especial). La embocadura del canal paraguayo fue taponada por decisión de la Comisión Nacional del Pilcomayo. Un muro de arena se instaló para evitar el ingreso de las aguas del río.
Arturo Niedhammer, director de la comisión nacional, explicó que la idea es que el canal se vaya secando para facilitar el trabajo del equipo vial en el sector. “Trabajar con agua en el canal se puede, pero se gana en celeridad y seguridad si el cauce está sin agua”, indicó.
Con respecto a los trabajos dijo que está comenzando la temporada de lluvias y tienen poco tiempo para trabajar. “Se tomó la decisión de liberar de sedimentos los primeros 10 kilómetros de la embocadura, así como diversos tramos de la cañada La Madrid donde hay acumulación de arena. El objetivo es preparar el canal en el poco tiempo que resta para el inicio de las crecidas. Vamos a priorizar la limpieza en los primeros 10 kilómetros así como en aquellos lugares donde la cañada La Madrid se encuentra con taponamientos”, señaló.
Insistió en que “la cuestión es dejar libre el conducto para que se escurra con facilidad el río, y apenas se tiene tiempo para preparar el canal”. Confirmó que entre el miércoles y el jueves comenzarán las mediciones de los puntos críticos de la cañada La Madrid; este trabajo se iniciará en las inmediaciones de la estancia La Chaqueña. El trabajo de topografía estará a cargo de técnicos del Ministerio de Obras Públicas debido a que aún no se contrató la empresa responsable del diseño y fiscalización de obras.
Los puntos que requieren intervención son: El Solitario, El Tuscal, Agropil, Palo Cruz, Balbino Morel, Kran, La Chaqueña, Luis González, Las Mellizas y Catán.
Según datos del MOPC, las firmas que pujan por la adjudicación de obras en el Pilcomayo son Tecnología del Sur SA, Benito Roggio e Hijos SA, Ingeniería de Topografía y Caminos (T & C SA), consorcio Río Pilcomayo, constructora Isacio Vallejos SA (CIVSA), consorcio TOCSA-Vial Sur y Dianética de Horacio Ortiz.
Preocupación argentina
La Cancillería argentina pidió explicaciones a Paraguay sobre el cierre de la embocadura. El temor de nuestros vecinos es que, al llegar las crecidas, se vean obligados a recibir toda la carga de sedimentos que transporta el río. El inmenso arenal que arrastra el Pilcomayo con cada crecida constituye un riesgo para el canal argentino.
Niedhammer confirmó que el lunes está previsto que el Ministerio de Relaciones Exteriores envíe una respuesta oficial a Buenos Aires.
Por otro lado, líderes indígenas de Misión San Agustín, ubicada en las cercanías de Pedro P. Peña, expresaron preocupación por el cierre de la embocadura del canal paraguayo. Sostienen que al cerrarse el canal no ingresan las aguas y esta situación pone en peligro a los peces. “Nuestros hermanos de comunidades que están cerca del río no podrán pescar a causa de esta situación. Podrían haber trabajado sin necesidad de cerrar el río”, señalaron.