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Se refirió al sector privado ante programas sanitarios. Indicó que todo plan de erradicación tiene como objetivo erradicar la enfermedad y, en el país, esa erradicación tiene que ver con la necesidad de seguir vacunando.
Recordó que existe un plan de terminar con la vacunación del ganado bovino contra la fiebre aftosa en el 2020. El objetivo es que la enfermedad esté en una situación controlada ese año, sobre todo en la micro región, que componen Paraguay, Bolivia, Brasil, Argentina y Uruguay.
Indicó que el brote de varios focos de aftosa en Colombia hizo que se replantee la situación regional, por lo que una de las consideraciones para dejar de vacunar es de que no exista riesgo regional de la aftosa.
“Hoy la situación, la presencia de virus en el continente, hace que también las medidas que se tomen sean teniendo en cuenta esa situación”, apuntó.
Mencionó que tanto Brasil como Bolivia tienen un plan, una hoja de ruta a seguir para dejar de vacunar contra la fiebre aftosa en los próximos años. “Nosotros (Paraguay) estamos armando nuestra hoja de ruta, como sector privado y Senacsa como organismo oficial, donde seguramente vamos a establecer el camino a seguir, pero estoy seguro de que no va a ser en esa velocidad. Será un poco más pausado, analizando la situación tanto interna y externa”, expresó.
Insistió en que la decisión de dejar de vacunar significa mucho riesgo, puesto que la base de todo sistema de producción es la sanidad y con la aparición de un foco puede bajar hasta 40% el precio del ganado. “Una vez que la enfermedad esté eliminada, la vacunación no tiene sentido”, concluyó.