Cargando...
Los artefactos que fueron adquiridos de la firma Erwin Abraham SRL, representada legalmente por Ricardo Miguel Abraham, presentaron fallas en sus componentes internos. Según los datos, el defecto se debió a la avería de unos componentes internos que se quemaron, razón por la cual el display de los medidores dejaba de funcionar y por consiguiente no registraban la energía consumida por el usuario.
Muchos de estos medidores, que fueron instalados en 2014, permanecieron en estas condiciones durante casi un año; otros, luego de que detectasen las fallas, solo por algunos meses.
Si bien no pudieron cuantificar oficialmente la pérdida, algunos técnicos de la ANDE señalaron que si se tiene en cuenta un promedio de seis meses y un consumo estimado de G. 300.000 por mes, ya que son medidores de energía trifásica, se puede estimar que dejaron de facturar unos G. 200.000 por cada suministro, que multiplicados por 15.000 medidores representan unos G. 3.000 millones mensuales sin facturar, que en los seis meses salta a unos G. 18.000 millones, es decir unos US$ 3,4 millones al cambio actual, monto que habría dejado de ingresar a las arcas de la estatal y que pudo ayudar a paliar el grave déficit que arrastra la compañía, según sus directivos.
Esta situación no fue puesta a conocimiento de la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas (DNCP), tampoco del Instituto Nacional de Tecnología Normalización y Metrología (INTN), pese a que se trataba de una situación irregular que detectaron a través de los informes de los lectores de medidores instalados en todo el país, que encontraban una importante cantidad de artefactos trifásicos instalados en el terreno con el display apagado, imposibilitando así la lectura y registro de su consumo mensual.
El hecho se manejó dentro de la estatal como un secreto a voces, tratándose de evitar que trascienda y sin que la Auditoría Interna de la ANDE tome cartas en el asunto.
Luego de poner a conocimiento del fabricante el funcionamiento deficiente de los medidores, los técnicos que enviaron constatando la falla, razón por la cual se comprometieron a reemplazarlos. Para el efecto habilitaron un taller en Asunción al que la ANDE debía remitir los medidores para su reparación.