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La misma, de esta manera, salió al paso de los nuevos estudios de la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) de la Organización Mundial de la Salud sobre que el consumo de embutidos y fiambres es cancerígeno y el de carnes rojas “probablemente”.
La experta agregó que, según el informe, las carnes rojas fueron clasificadas como “probablemente cancerígenas para el ser humano, sobre la base de indicaciones limitadas según las cuales su consumo produce cáncer”.
Por “carnes rojas” el informe precisa que debe entenderse “todos los tipos de carne provenientes de tejidos musculares” de mamíferos, incluyendo las carnes vacuna, porcina, ovina, equina y caprina.
Aclaró que la carne procesada fue catalogada como cancerígena desde hace varios años, pero que lo nuevo es lo de la carne, alimento que puede causar cáncer si su consumo es acompañado por hábitos que no son saludables.
“La OMS clasifica a la carne en una categoría 2ª, es decir, hay algo limitado, pero no es concluyente que pueda producir cáncer, puede haber otros factores que tengan que ver. Si soy gordita, consumo carne y no hago actividad física, es la combinación de varios factores que inciden para desarrollar cáncer”, explicó.
El problema está en comer carne roja todos los días, no hacer ejercicios y tener otros vicios, como el alcohol o el cigarrillo, destacó.
Con respecto a las carnes procesadas, admitió que el peligro es alto y real. “La carne transformada fue clasificada como cancerígena para el ser humano con base en indicaciones suficientes, según las cuales su consumo provoca cáncer colorrectal”, concluyó.