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La Comisión Nacional del Pilcomayo dispuso el estado de alerta para toda la zona de influencia del río. Este afluente tiene un crecimiento inusual en su caudal en Bolivia, debido a grandes lluvias que caen en su naciente, por lo cual una gigantesca masa de agua viene bajando desde las montañas.
La comisión nacional emitió ayer un documento que expresa: “Se declara estado de alerta para las comunidades de Pozo Hondo, San Agustín, El Solitario, La Dorada, San Antonio, Mistolar, Agropil, Margariños y La Chaqueña por la crecida del Pilcomayo”.
Agrega el documento que “el Pilcomayo registró una altura hidrométrica de 3.82 metros el día 21 de enero a las 23.15, el cual llegaría a la ciudad de Pozo Hondo aproximadamente el día martes 23 de enero en horas de la mañana”.
Finaliza expresando que “los datos fueron extraídos de la estación de aforo de la ciudad de Villamontes, que es considerada una altura de alerta, lo que ocasionaría desbordes en el canal paraguayo y afectaría a la población”.
La comisión nacional solicita “guardar los recaudos necesarios para evitar daños mayores en cuanto a la población y el ganado”.
Lluvias en Bolivia
El Ing. José Bleichner, en comunicación telefónica con ABC Color, confirmó que en Villamontes (Bolivia) el río superó los cuatro metros de altura.
Mencionó que “ desde octubre de 2016 no se registra este nivel y la crecida es resultado de importantes lluvias en las montañas donde nace el Pilcomayo”.
Agregó el Ing. Bleichner que “la masa de agua baja en forma violenta, es impresionante la velocidad con que se escurre”.
En la ciudad de Villamontes, la Comisión Trinacional del Pilcomayo instaló una estación hidrométrica para seguir su comportamiento. Los datos que transmite permiten disponer de información en tiempo real sobre el Pilcomayo.
La alerta en la cuenca baja, integrada por Argentina y Paraguay, se estableció ante la confirmación en Villamontes del aumento de caudal del río.
Paraguay, sin el canal listo
El Ministerio de Obras Públicas y la Comisión Nacional del Pilcomayo iniciaron en forma tardía la limpieza del canal paraguayo.
La embocadura se encuentra colmatada y las tareas de limpieza comenzaron recién en diciembre último, cuando la temporada de lluvias empezó en el Chaco.
El resultado de la irresponsabilidad de ambas instituciones es que nuestro país no tiene listo su canal, por lo tanto no podrá captar las aguas del río para introducirlas en el Chaco.
Peor aún: no hay forma de saber si el río llegará a ingresar con esta crecida que se viene encima y menos aún por dónde se escurrirá.
El resultado es temor e incertidumbre en la población que no tiene forma de prepararse para una eventual inundación, debido a que el escurrimiento del río puede suceder por cualquiera de los puntos críticos que se tienen en su área.
Si la limpieza del canal se hubiera realizado en forma responsable y profesional, Paraguay ahora estaría listo para recuperar al Pilcomayo.
Y los pobladores de la región no estarían ahora con el Jesús en la boca tratando de adivinar por dónde podría escurrirse.
roque@abc.com.py